Y ESO… ¿ES BUENO O ES MALO? /
POR: GLORIA RUIZ G.
El escándalo que detonó nuestra nota sobre los contagios entre personal médico de la clínica 87 del IMSS Acuña, trajo consigo reacciones diversas, desde el comunicado de la delegación estatal aceptando el foco de infección en el que se ha convertido la unidad médica (Aunque la redacción pareciera un cuento de hadas) hasta las agresiones digitales de empleados del instituto aliados seguramente de los administrativos y del sindicato, pero otros no, otros plenamente identificados con personajes que dentro del mismo tema de la pandemia, han sido señalados por quien escribe sin publicar sus nombres, respetando los datos personales; otros más, trollers operados algunos desde presidencia municipal. La otra cara de la moneda, cuando personal de salud agrede a un periodista por informar y probar serias irregularidades en clínica 87 del IMSS que provocan contagios entre ellos y en su perjuicio. Me he sorprendido sobremanera al confirmar cuanto temor tienen los empleados a las represalias de directores como del sindicato y en todos los hospitales públicos es lo mismo; confieso que esperaba que el hospital de sub zona No. 13 y hoy hospital COVID, sería el más afectado por los contagios entre su personal pero todo indica que no fue así; mientras la clínica 87 reportó para el 4 de mayo, 13 contagios, personal de la clínica 81 también del IMSS y el hospital general ya fueron alcanzados por el contagio del virus que nos ha mantenido emocionalmente contaminados, recibo informaciones de dichas instituciones pidiendo que vaya a investigar porque no pueden denunciar públicamente, sin embargo el tema de la clínica 87 lo venía investigando hace un mes y decidí publicar cuando teniendo ya elementos suficientes me di cuenta que la situación era muy delicada, fue entonces cuando surgieron los testimonios y otros datos que necesitaba como nombres del personal contagiado, no para publicarlos sino para enfrentar a la autoridad en caso necesario, como lo hice con la administradora Martha Valdez, aunque realmente no pensaba encontrarla y ella fue quien se exhibió exigiéndome que saliera del lugar y negándose a identificarse; no es algo que me haya sorprendido ni asustado; esperaba reacciones adversas eso sí, estaba mostrando en vivo que lo escrito quedaba en ese momento comprobado; trabajadores afuera hablando con los directivos y dirigentes sindicales quienes nunca me quisieron conceder una entrevista cuando en el mes de abril la doctora Azalea Citlalic Castro se amparó para obtener una licencia con goce de sueldo o le proporcionaran el equipo de protección requerido en una situación de pandemia pues veía irregularidades y peligro de contagios; el IMSS accedió a proporcionarle el equipo pero a los demás no; ese era el momento de encender los focos rojos, el momento de tomar acciones y no poner en riesgo la salud de empleados y pacientes; pero prefirieron tapar el sol con un dedo y ese dedo hoy ya no alcanza. Soy Gloria Ruiz, la voz del pueblo, la válvula de escape para muchos, la politóloga del proletariado…To be continued.