Con el objetivo de Fortalecer la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado armonizándola con la nueva Ley General en la materia, publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 05 de junio de 2018, se introdujo una serie de medidas y conceptos orientados a un mejor manejo y aprovechamiento de los ecosistemas forestales del país y sus recursos.
El diputado local, Francisco Ibarra Jáquez el grupo parlamentario del PRI, dijo que es necesario y urgente privilegiar criterios ecológicos transversales, que, partiendo de la concurrencia de atribuciones, garanticen la corresponsabilidad de los diversos órdenes de gobierno.
“Se busca instituir específicamente la participación estatal en la concepción e instrumentación del Programa de Manejo del Fuego, en el marco de la nueva ley general, de acuerdo con los lineamientos nacionales de tal esquema y de conformidad con el Sistema Nacional de Protección Civil”, añadió.
“Reviste una especial trascendencia en razón del esquema de coordinación necesario para la atención del fenómeno de incendios forestales, el cual para su combate efectivo requiere de mecanismos sólidos de planeación y ejecución que permitan disminuir la incidencia y derivaciones de tales siniestros”, recalcó.
La nueva Ley General, determinó con claridad desde al año pasado, en contraste con la norma abrogada de 2003, la corresponsabilidad en materia de concepción y ejecución del Programa de Manejo del Fuego, por lo que se hace necesario armonizar nuestra ley estatal, como un primer paso para consolidar un esquema perfectamente coordinado y efectivo de combate a los incendios forestales.
Además, propone sumar la responsabilidad de garantizar que, en el desarrollo de tales obras propias de infraestructura, en terrenos forestales, se cause el menor daño posible a los ecosistemas forestales, y se cumpla con las medidas de mitigación de los impactos causados.
En igual sentido, se propone fijar, particularmente, que, en el campo de sus atribuciones, el estado y los municipios, vigilarán que los proyectos de desarrollo hidráulico, electrificación, infraestructura vial y obra pública, a su cargo, en las regiones forestales, causen el menor daño a los ecosistemas forestales, respetando la densidad de la red de caminos y brechas forestales; lo cual es coherente con la nueva ley general.
En Durango, si bien ha encabezado durante años la producción forestal en el país, y es la primera reserva forestal de México, debe proteger tal recurso, por lo que adquiere especial relevancia un aterrizaje efectivo en materia de planes de manejo del fuego que logren articular de manera rápida y sistemática la participación estatal y municipales con el ámbito federal, así como la inclusión permanente de un criterio de mínima afectación a las tierras forestales.