Afortunadamente, nos estamos enterando que en las últimas semanas el Creador nos ha estado bendiciendo con lluvias abundantes en la sierra y que las aportaciones a las presas de la región han sido muy buenas. Al cierre de esta edición, la presa Lázaro Cárdenas tenía ya un poco más de 2 mil millones de metros cúbicos, seguían entrando cientos de metros cúbicos de agua y las lluvias seguían presentándose y hay buenos pronósticos para estos días por venir.
Según los que saben, existen buenas expectativas para el próximo ciclo agrícola, en el cual, hay muchas posibilidades para nuestros hermanos campesinos. Como es sabido, nuestro municipio depende en gran medida de las actividades agrícolas, por lo cual, la noticia de las aportaciones a las presas es muy buena.
Pero como dice el dicho, esa es la buena, la mala es que en caso de que de una buena dotación de agua para los campesinos el problema ahora va a ser la falta de apoyos al campo. No hay créditos con bajos intereses, el diabólico Mesías Tropical, desapareció la financiera rural; Firco existe pero con poco presupuesto y los campesinos, principalmente los del sector social, van a tener agua pero no recursos para establecer sus cultivos.
A muchos, otra vez no les va a quedar otra que rentar sus derechos de agua. Los que se animen a sembrar tendrán que hacerlo con créditos caros y muchos van a caer en garras de agiotistas. Como les digo, estamos como decía mi tío Pompeyo Gutiérrez, estamos con una buena y una mala.
No cabe duda que la administración del Peje Sádico ha sido devastadora. Y a pesar de todo el daño causado al campo lagunero y sampetrino hay muchos campesinos que por 6 mil 200 pesos cada dos meses, o sea un poco más de 100 pesos diarios, lo adoran. Algo malo pasa entre nuestros amigos del campo, algo no está bien. Están adorando a un falso ídolo que destruyó lo poco que quedaba del proyecto social agrarista que inició el Tata Lázaro en 1936.