Para entender y experimentar la felicidad de manera plena, es necesario que existan contrastes en tu vida. Estos contrastes son los matices en una pintura que le dan profundidad y significado a la experiencia humana. Los contrastes nos permiten apreciar y valorar la felicidad, pasamos por momentos difíciles o desafiantes, podemos sentirnos estresados o frustrados.
Hay estados emocionales negativos actúan como un contraste con la felicidad, haciendo que la apreciemos aún más cuando finalmente llega.
No puedes tener un arcoiris sin un poco de lluvia, los momentos difíciles hacen que los momentos felices sean más intensos y gratificantes.
Los contrastes en la vida nos ayudan a crecer y aprender, porque los desafíos y las dificultades a menudo nos empujan fuera de nuestra zona de confort.
Estas experiencias pueden ser dolorosas en el momento, pero a largo plazo, nos hacen más fuertes y nos permiten apreciar aún más la felicidad.