POR: JOSÉ GERD
México
Nieve de verano, que cae sin sentir,
lánguido amor que se derrite,
como un copo de nieve en el pie descalzo del sol;
susurro en el viento,
que se desvanece sin cesar
y un recuerdo que se aleja,
como una nube que se va.
Nieve de verano,
que se funde en mis brazos lacios
y un amor que se deshace,
como cristal que se hace pedazos.
Suave calor que desenvuelve,
y nos hace sentir el frío
de un beso que se aparta.
Nieve de verano,
que se evapora sin dejar rastro
y una huella que se pierde, como un río sin remanso;
vacío en mi pecho,
que se fuga como un cántaro roto,
dolor que duele y que no se cura con el tiempo de la flor.
Nieve de verano,
ausencia que se derrite en mis manos y se escapa,
como un pájaro que vuela en la nada,
dejándome un sentimiento de pérdida en la vereda
que me hace sentir solo.
Un recuerdo que se graba, como un eco en mi alma.
Nieve de verano,
que se funde en la pasión por tu partida
y que se consume, en el fuego que arde;
amor de sombras que se derrite,
pero que nunca se olvida.
