La Laguna de Coahuila y Durango es un Oasis dentro del Desierto de Chihuahua, destaca como la extensión desértica más vasta de América del Norte, abarcando aproximadamente 450,000 km², aunque algunos estudios sugieren una extensión de hasta 630,000 km², lo que exige de sus habitantes acciones para conservar el Oasis (laboratorio verde) y hacerlo amigable para la vida en la región para todo viviente.
La Laguna en ambos Estados cuenta con los municipios de San Pedro; Viesca; Matamoros, Francisco I. Madero y Torreón en Coahuila; en Durango están los municipios de Lerdo; Mapimi; Ciudad Juárez, Tlahualilo; Gómez Palacio, y se pueden incluir más según se considere conveniente.
La Zona Metropolitana de La Laguna, que incluye municipios de Coahuila y Durango, tiene una población de 1,434,283 habitantes según el Censo de 2020 (INEGI). Esta área metropolitana es una de las más grandes de México, ocupando el décimo lugar en población.
Es natural suponer que entre más población se concentra en una región hay factores como el agua que se vuelve sumamente indispensable y es determinante para habitantes y autoridades emprender y mantener acciones de máxima prioridad para invertir tiempo, dinero, educación, programas viables, tecnología, entusiasmo (amor) y compromiso constante en que el vital líquido nunca falte a la población (Derecho Natural y humano).
Dentro de esas acciones prioritarias se consideran la siembra, plantación, trasplante y cuidado de los árboles, la razón es porque hay una relación directa entre el agua y el árbol.
La relación que existe entre el agua y los árboles es esencial para la vida de la región. Las copas de éstos sirven para recolectar la mayor cantidad de lluvia posible, que se desliza entre las hojas, ramas y el tronco hasta alcanzar el suelo, humedeciéndolo para protegerlo contra la erosión.
Las raíces de los arboles absorben agua del suelo y la retienen, lo que contribuye a mantener niveles de agua adecuados en los suelos y acuíferos. Además, las raíces de los árboles actúan como filtros naturales, eliminando contaminantes y mejorando la calidad del agua en los cuerpos de agua subterráneos.
Los árboles tienen más superficie foliar que otros tipos de vegetación, por lo que sus copas son más efectivas para moderar las fuerzas erosivas de la lluvia y crear un microclima más húmedo y con más sombra.
Los árboles son cruciales para regular el clima debido a su capacidad para absorber dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera a través de la fotosíntesis, convirtiéndolo en oxígeno. Además, ofrecen sombra, reduciendo la temperatura ambiente y la pérdida de humedad del suelo, y ayudan a prevenir la erosión.
Con lo expuesto anteriormente se sabe que la población y sus autoridades de la Laguna de Coahuila y Durango no están actuando con responsabilidad para cuidar el Oasis y que las acciones que realizan no son integrales pues mientras que unos plantan y trasplantas árboles nunca se preocupan por su riego, nutrientes y poda, en tanto otros los descuidan, arrancan y dejan secar.
El resultado es que hay un gran déficit de árboles en la región y eso vuelve poco hospitalaria la vida cotidiana con temperaturas arriba de los 40 grados y escases de agua en miles de hogares.
Recuerden autoridades y población: no se trata de plantar y trasplantar árboles, es importante ver su variedad y especie y sobre todo darles el mantenimiento debido para no ver el triste panorama de miles de árboles secos, sin poda, crecidos y en peligro de caerse o dañar cables de luz, telefonía y empresas de cable. Eso significa millones de pesos tirados a la basura.
Verdadera lástima da ver el centro histórico de Torreón, con la gran mayoría de árboles en estado deplorable, sin riego, secos, sin poda, ramas quebradas y follaje seco con semanas acumulado, y las autoridades encargadas ausentes, lugares vacíos donde había árboles y lo mismo, pasa con muchos camellones y plazas públicas.
La laguna de Coahuila y Durango requieren más "Pulmones ambientales" que son las áreas verdes urbanas, como parques y jardines, actúan como "pulmones" de la ciudad al mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación.
De igual manera dentro de los pulmones ambientales plantar árboles cítricos que son plantas frutales perennes que producen frutos ricos en vitamina C y ácido cítrico. Son apreciados por su valor ornamental, sus flores y frutos fragantes, y por supuesto, por sus deliciosas frutas. Los más comunes son el naranjo, limonero, mandarino y pomelo, entre otros.
Tener presente que ninguna obra material justifica quitar o destruir árboles, pues ellos son el Laboratorio Verde que da y dará sustento a la vida saludable en la región, quién destruye o maltrata un árbol está dañando de la vida de un ecosistema que beneficia a toda la región. la solución; población y autoridades debe tomar en serio su trabajo de cuidar el Oasis para beneficio de todos. Usted lector dice la última palabra.