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El conflicto data de fines de los cuarenta con la creación del Estado de Israel con la partición de Palestina en 1948, decisión ante la cual el Estado de Irán se opuso rotundamente. Aunque esta oposición no sería directamente la causa de los problemas posteriores si denotaba un desdén a la invasión y despojo que cometieron los israelíes. El problema surge cuando el régimen de los “shas” es derrocado por los ayatolás, quienes rompen relaciones con el Estado de Israel por ser aliado de los Estados Unidos a quienes el nuevo régimen iraní repudiaba por imperialista y apoyan entonces a la Organización Para la Liberación del Estado de Palestina (OLP) en su intento por expulsar a los judíos de tierra santa. Además de esta ríspida relación vecinal, Irán a financiado a grupos extremistas como Hezbolá para contrarrestar la influencia de árabes y sunitas con violencia lo que ha provocado tensión en toda la región, particularmente en Israel, quien ha sufrido ataques de este grupo terrorista en su propio territorio de manera recurrente. Ahora bien, el temor general para el Estado judío y el mundo entero es la posibilidad de que Irán desarrolle armas nucleares, ya que cuenta con un programa nuclear que el estado islámico asegura tiene fines eminentemente pacíficos, no bélicos, a lo cual países como Estados Unidos no termina de convencer y por ello mantiene la mira sobre instalaciones nucleares iraníes junto a Israel, de hecho, la posibilidad de una invasión norteamericana al Estado Islámico radica en esa sospecha, misma que por cierto fue usada para derrocar el régimen de Hussein en Irák sin que existiera una sola bomba nuclear luego de la invasión, así que se trata de un evento muy similar a los sucedido anteriormente. La tensión subió en abril del año de 2024, con el lanzamiento de decenas de drones y misiles por parte de Irán contra Israel en respuesta al ataque israelí contra su sede diplomática en Damasco, que dejó 13 muertos, entre ellos algunos de los más destacados altos mandos iraníes, como el general de la Guardia Revolucionaria Mohammad Reza Zahedi. Desde ese momento se ha estado esperando un conflicto abierto como el que hoy se presenta. No se trata de una guerra mundial, se trata de un conflicto que nació con la eclosión del Estado de Israel y la permanencia de los Estados Unidos en suelo árabe. Es un conflicto que pinta para la eternidad, porque al final está de por medio la religión con una fuerte dosis de intereses políticos, y la historia de la humanidad nos ha demostrado que los conflictos religiosos no mueren, solo descansas antes de reiniciar.