El apotegma de Benito Juárez: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, está presente en estos días en que el gobierno de EEUU, ha amenazado a México, de que si no hace lo que él quiere, aumentará los impuestos en un 25%, en todos los bienes y mercancías que nuestro país le importe al suyo.
Esta amenaza es perturbadora de la paz de México, en todos los ámbitos de la vida tanto pública como privada de los mexicanos; pues ese descomunal aumento a los aranceles repercutirá en el erario público, las finanzas del estado, los sindicatos, los trabajadores, las cámaras empresariales, la agricultura, el comercio, la economía, la educación, la cultura, los artículos de primera necesidad, etcétera; pues la mayor parte de la actividad productiva de nuestro país depende de nuestras relaciones comerciales con el vecino del norte.
Pero ahora no es con las armas con que se interviene a nuestro país, sino es con las políticas públicas de comercio y economía con las que Donald Trump, está interviniendo en México; y si la intervención con que nos atacaron los gobiernos de Francia y de EEUU en el siglo XIX, fue rechazada también con las armas por los gobiernos de Benito Juárez y de Pedro María Anaya, respectivamente, en los episodios de los Niños Héroes y La Batalla de Puebla, es porque así lo requerían esos tiempos.
Ahora la intervención del gobierno de Donald Trump, que no es con las armas sino con el comercio y la economía, está siendo rechazada con la diplomacia del gobierno de México, de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y sus Secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía, Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard Casaubón, respectivamente.
Si a 219 años del nacimiento de Benito Juárez, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, se sigue celebrando este acontecimiento es porque su pensamiento sigue vivo al igual que sus colaboradores Melchor Ocampo, Ponciano Arriaga, Jesús González Ortega, Mariano Escobedo, Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Sebastián Lerdo de Tejada, Francisco Zarco, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio L. Vallarta, y otros.
Por eso el 21 de marzo no solo se celebra en México el natalicio del Benemérito de las Américas, y el inicio de la Primavera, sino la segunda transformación: La Reforma.