Los notarios públicos desempeñan una función muy importante en todas las actividades de la sociedad: escrituran la creación de asociaciones, sociedades, contratos, convenios, hipotecas,  propiedades, posesiones,  testamentos, etcétera. Certifican contenido y firmas, certifican copias fotostáticas, expiden testimonios de escrituras, y en una palabra, dan autenticidad a la voluntad de los autores de toda clase de actos jurídicos.

El Fiat, que es el depósito de la fe pública por el que el Estado los autoriza para certificar la veracidad de hechos para darles certeza jurídica y con ella seguridad legal a todas las actividades que requieren de una formalidad para su existencia a fin de hacer posible la sociedad, el comercio, la economía, el derecho, la cultura, el deporte, la religión (con la constitución de las iglesias como personas morales), etcétera.

Tan importantes son los notarios públicos que por ejemplo en Coahuila, ya están autorizados para llevar a cabo juicios sucesorios y de divorcio para que los interesados no tengan que sufrir los engorrosos trámites en los juzgados; y está en curso la iniciativa de la Presidenta de México, de reformar la Constitución, para que lleven toda clase de juicios, como si se tratara de funcionarios de los poderes judiciales.

Es que los notarios públicos se equiparan a los funcionarios judiciales, pues como buenos abogados que son conocen bien lo fundamental del derecho y por eso están capacitados y preparados para impartir justicia, esa función pública que la Constitución le dio como un monopolio al Estado, para que  fuera el único que la administrara al prohibirle a los particulares que se hicieran justicia por propia mano o ejercieran su propio derecho con violencia.

 Los notarios públicos acaban de elegir por unanimidad de votos al Licenciado Salvador Sánchez Ávila, como Presidente del Colegio de Notarios Públicos  de Torreón; un abogado joven, capaz, preparados y con experiencia, perteneciente a una familia de abogados y notarios públicos, como lo fueron su abuelo el Licenciado Salvador Sánchez y Sánchez, y es su papá Licenciado Salvador Sánchez Guerra; que promete desempeñar eficazmente su puesto para bien del gremio al que llama a estar muy cerca de la sociedad, y a que sean conscientes en el cobro de sus honorarios. ¡Ojalá atiendan este llamado!