AL “CHAFITO”, PERDÓN EL “CHARRITO”, PERDERÁ EL 2 DE JUNIO Y COME HUEVO CON CHORIZO PARA APARENTAR AUSTERIDAD
Con descaro y cinismo, el “Chafito”, perdón “El Charrito”, conocido más por su alias o apodo que por su nombre, para los que no saben o ya se les olvidó se llama Miguel Ángel Ramírez López, está haciendo planes y promesas como si fuera a ganar el próximo proceso electoral, lo que se antoja difícil dado el pésimo y nulo trabajo realizado en estos dos años al frente de la administración municipal de
Matamoros de los baches.
Cada trienio tiene su loquito como alcalde, recordemos al perdedor y político en declive Juan Carlos Ayup Guerrero, quien en tan solo un año hizo promesas y promesas y al final tuvo que regresar 7 millones de pesos que le faltaron, eso porque el “Chafito”, perdón “El Charrito”, casi lo obligó cinturón en mano, porque con qué cara iba a decir que denunciaría al también saliente Horacio “Caguamas” Piña Ávila, que se fue como los mayates con más de 100 millones de pesos, tan solo en Simapa desfalcado con cerca de 60 millones de pesos.
A las cosas hay que llamarles por su nombre, “El Charrito” sabe que el próximo 2 de junio perderá contra el gallo que ponga Morena, no podemos decir que es rival porque sería levantar mucho al “Chafito”, su paupérrimo actuar en el ayuntamiento, es de todos conocidos, basta ver las redes sociales donde un día sí y el otro también, le sacan sus trapitos al sol recordándole la deficiente infraestructura del área urbana y rancherías.
Pésimos servicios públicos, la falta de agua, aunque diga que ya subió la presión y las norias dan más litros que antes, cuando en colonias y ejidos las familias tienen que ingeniárselas para llenar un bote de 20 litros y eso esperando toda la noche con la llave abierta, la que está en un pozo para aprovechar que caiga por gravedad.
En política los enemigos no son de a mentiritas, son reales, existen y saben esperar el momento para cobrar los desaires, aunque uno que otro se arrastra y le lame los zapatos para salir en su defensa, no tanto por la amistad sino por la limosna que cada fin de mes les proporciona para que hablen bien de “El Chafito”.
A Miguel Ángel no se le quita echar la hablada aunque no cumpla, aun sabiendo que perderá el 2 de junio próximo, en que tratará de reelegirse para otros tres años, sabe que no las tiene todas consigo y más porque en los pasillos de presidencia afirman que los problemas familiares ya lo hicieron distanciarse de su patrón Juan Carlos Ayup y enemistarse más con el diputado Raúl Onofre, a éste último no se le olvida la traición que le hicieron los dos primeros, cuando le ordenaron a su gente que no le brindaran el voto.
El Charrito anda que no lo calienta ni el sol, ya no encuentra la salida y ahora tuvo que echar mano de su señora madre para que lo acompañe a todas partes y así aparentar una unión familiar que, de todos es sabido, dista mucho de ser.
Ya lo comenté la semana pasada, al “Chafito” el municipio se le cae a pedazos, recién terminaron de pavimentar siete cuadras del centro de Matamoros, los que saben de medidas y decimales, aseguran que el grosor de la carpeta no llega ni a cinco centímetros y en las primera lloviznadas empezarán a verse los baches, esos baches que existen en la mayoría de las calles del área urbana, porque la rural está peor.
Por cierto, el presidente anda también que no lo calienta ni el sol porque con eso de la repartición de regidurías, el diputado Raúl Onofre, aparte de que le dieron la suplencia de la diputación federal para su esposa la síndico con licencia, también quiere cuatro regidurías, pero si a eso le sumamos que el político venido a menos, Juan Carlos Ayup, quiere sus cuatro, mientras que Guillermo del Real se conforma con tres, ya no le van a dar chance de colocar a varios de sus allegados a los que ya les había prometido la silla.
Miguel Ángel, sí que piensa en grande, sabe que va a perder el 2 de junio, asegura que va a cumplirle a Matamoros, aterrizando las nueve etapas para pavimentar la ciudad, va a construir un bosque urbano, dejará iniciadas las gestiones para construir otro panteón del que ya se carga el milagrito, cuando la realidad es que ese fue autorizado por Horacio “Caguamas” por allá en terrenos del ejido San Miguel, al muchacho le gusta saludar con sombrero ajeno y come lonches de huevo con chorizo para aparentar austeridad.