Las cosas, sean naturales o artificiales, para que funcionen bien debe estar completas, de lo contrario su actividad mecánica, técnica, social, comercial e industrial dejara mucho que desear.
En el plano comunitario cualquier faltante se evidencia mucho más porque se desordena la vida social y trae graves desequilibrios que imposibilitan la concreción del Bien Común.
Pensemos en unos ejemplos en el arte culinario; se está a la mesa con el deseo de comer un sabroso caldo y resulta que uno de los ingredientes básicos no está presente, gran decepción se lleva el comensal. Esto mismo pasará con algún aperitivo, con alguna bebida, con algún postre, a los que les falte el ingrediente que los distingue, todo estará soso.
Continuando con los ejemplos, los hay más patético, evidentes y molestos como sería un carro sin gasolina, sin una llanta; sin placas, sin la llave para encenderlo, etc., lo anterior irritaría a cualquiera.
Qué decir si hay escasez de medicamentos, de camas, de equipo y personal en los hospitales públicos y dependencias de atención de salud popular, simplemente que la situación es penosa y agravante para a los derechohabientes y sus familias.
Así podemos seguir citando muchos y variados ejemplos qué por la falta de una parte esencial en los objetos, producto, servicio, instituciones, gobierno y sociedad se obtienen resultados mediocres.
Ahora analicemos los resultados cuando ese faltante es patente en una comunidad, municipio, estado o país.
Veamos los siguientes caso: Una universidad, pública o privada, sin la ciencia ordenadora e integradora de la filosofía no es universidad; hospitales sin medicamentos, equipo e instrumentos, sin personal de la salud y médico, simplemente no es hospital; Un sistema bancario sin sentido solidario y promotor del desarrollo, no es sistema bancario, es una mafia de especuladores y agiotistas; Empresarios sin compromiso y responsabilidad social con su comunidad, no son empresarios, son un grupo de avariciosos que anteponen el lucro desmedido al Bien Común, etc.
Torreón no es la ciudad de Torreón si le faltan torreonenses, así como Europa pronto dejará de ser Europa pues se está quedando sin europeos, ciertamente en lo material y logística a la ciudad de Torreón le falta muchas cosas, por ejemplo: desarrollo, belleza, inversión, comodidad, pavimento, buenos servicios públicos, simplificación de los trámites, y no es por falta de dinero, capacidad, tecnología, no, es por falta de torreonenses que amen y se entreguen a Torreón, hoy hay muchos habitantes en al ciudad, pero muy pocos Torreonenses. cuando las cantidades se inviertan, entonces también Torreón dejará de ser una ciudad de segunda, una ciudad desabrida, para pasar a ser de primera.
Formemos verdaderos torrenonenses, desde la familia, la escuela y la universidad, de tal suerte que seamos mayoría y en ese momento todo, cambiará para bien de Torreón y los torreonenes.