POR: DANIELA CARLOS ORDAZ.
“La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay
poder humano que alcance jamás a convertirla en hecho.”
-Honoré de Balzac.
A 66 años de que la mujer en México pudo ejercer su derecho para elegir a sus gobernantes, muchas cosas han cambiado para mejoras, pero otras tantas siguen tan nocivas como en aquellos años.
La sociedad ha confundido el término igualdad con el de paridad, y es que una cosa es tener representatividad en la función pública y política, y otra muy distinta que todos los seres humanos seamos iguales ante la ley, no importando nuestro sexo, edad, religión, color de piel o preferencias sexuales.
Creo que, en la lucha por la igualdad de género, perdimos el verdadero objetivo, que es la igualdad del ser humano. Si bien se ha avanzado mucho en ese tema, sobre todo en el aspecto político, aún queda mucho por hacer, y es que las mujeres han demostrado a lo largo de estos años, que son más que las encargadas de cuidar y proteger el bienestar de su hogar.
Desde escritoras famosas como Bibiana Camacho, Coral Bracho o Amparo Dávila; hasta directoras de orquesta como Alondra de la Parra, han demostrado que las mujeres son capaces y pueden con las múltiples facetas que sobre llevan, como ser madres, profesionistas, amas de casa, etc.
Mujeres que han puesto en alto el nombre de México a nivel internacional como Ana Gabriela Guevara, Aída Román, Paola Espinoza, Iridia Salazar, Belem Guerrero o Soraya Jiménez en los juegos olímpicos. Mujeres que han ido contra corriente y que han luchado por la igualdad de sus derechos.
Pero, en esta misma lucha están todas aquellas personas que diario tienen que lidiar con la discriminación por no tener cierto color de piel, por no tener cierto estatus económico y porque sus preferencias sexuales son distintas a las de otras personas.
He visto con tristes ojos, como son golpeadas y ultrajadas personas, por el simple hecho de ser quienes son, por decir que sus preferencias no son las mismas que las del resto de la humanidad. He visto como los mismos mexicanos se burlaron y mofaron de una actriz por el simple hecho de no tener las características de una protagonista de telenovela, porque el ser bajita, morena y de Oaxaca no le daba derechos de ser considerada una de las mejores actrices de películas, según la Academia.
Y así mismo vi, a muchas personas hacer protestas en descontento por la privación de la libertad de un joven que al final fue asesinado, y la verdad, ¡qué bueno que se manifestaron!, me dio mucho gusto. Vi un video donde veneraban a este joven por ser valiente, por ser el parte aguas en la lucha contra la inseguridad. ¿Y saben qué? Lamento decirles, que solo por el hecho de ser mujeres, nosotras estamos expuestas a estos peligros diario. Pero la diferencia está, en que si a un hombre lo asesinan o lo secuestran no se lo merecía, lo atacaron; en cambio, si una mujer pasa por esto, lo primero que piensan es que seguramente andaba malos pasos, o quizás saldría a horas inapropiadas, o peor aún, si sufre de un acto de violación, seguramente fue porque ella lo provocó, con su manera de vestir o su manera tan coqueta de ser.
Amigos míos, una mujer puede andar desnuda por las calles, y eso no le da derecho a nadie de violarla, asesinarla y tirarla por algún lugar, y no es que diga que todas las mujeres deben andar vestidas así por la vida, pero sí, que nada, absolutamente nada, es justificación de estos actos; ni en hombres, ni en mujeres.
Aquí es donde me pregunto ¿dónde está la igualdad de derechos?
En México son asesinadas aproximadamente 9 mujeres al día. Y lo peor, es que los homicidios de hombres hacia otros hombres también se están incrementando. Nos parece tan natural que alguien aparezca asesinado a sangre fría, que se está normalizando, y en algunos casos, hasta respaldamos estos actos mencionando que probablemente lo merecían.
Vi también en días pasados, que algunas personas se mostraron indignadas o en descontento por las marchas de los movimientos LGBTTTIQ. Espero que todas esas personas estén informadas de que México es el segundo lugar en América Latina con mayor asesinatos a personas LGBTTIQ.
¿Qué le pasó al mundo, que lo que le molesta lo aniquila? Pareciera que el holocausto no ha terminado, y que ser diferente te convierte en presa fácil de estos criminales.
Termino dejándolos con esto: ¿Qué podemos hacer para que la igualdad sea un derecho que se haga valer, y no una simple utopía del sistema burocrático?
Y para qué son las alas, sino más que para volar…