En un mundo de luces y sombras, donde la justicia a veces se esconde entre brumas, de ahí surgen preguntas ¿por qué nuestro mundo es así?
Saber que así es el destino que a veces parece que todo se vea injusto, y que pareciera que no hay leyes que nos defiendan.
Los países se dividen entre ricos y pobres, una brecha se hace ver lejana, son dictaduras, que aplastan las voces de sus pueblos que quisieran decirle al mundo las injusticias de sus líderes.
En esta telaraña de desigualdad tejida por los poderosos y aquel que se rehúsa a su mandato muere.
Es por eso que en un tiempo atrás éramos nómadas en libertad, compartimos en hermandad y éramos más solidarios.
Pero la ambición hizo cambiar el mundo con crueldad, con estas luchas de poder que sembraron la discordia en la humanidad.
La justicia de la humanidad puede ser un faro en la noche oscura, y aunque el mundo no lo queremos que sea perfecto; sin embargo, sí queremos acabar con la desigualdad.
Trabajemos juntos, para buscar la empatía de quienes nos gobiernan.