Siempre es bueno decir lo que uno siente y no quedarse callado.
Expresar nuestros sentimientos a tiempo nos ayuda a vivir más tranquilos y en paz con los demás.
No importa si la persona está cerca o lejos, o si hace mucho que no hablas con ella. Lo importante es no guardarse lo que uno lleva dentro.
Nadie puede adivinar lo que sentimos si no lo decimos. Si tienes cariño por alguien, hazlo saber.
Muchas veces, al compartir un “te quiero” o un “perdón”, fortalecemos los lazos con quienes más queremos. Incluso en las familias, el simple hecho de hablar desde el corazón puede sanar heridas y acercarnos de nuevo.
Expresar lo que sentimos con respeto y con amor nos libera, nos aligera el alma. Es como abrir una ventana y dejar que entre aire fresco.
Cuando te animas a hablar con sinceridad, te sientes más cerca de los demás. Las barreras desaparecen y crecen la confianza y el cariño.
No tengas miedo de mostrar lo que sientes.
El amor que das siempre vuelve de alguna forma.