La situación de violencia en México ha llegado a uno de sus puntos más críticos con el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, secretaria particular y coordinador de asesores, respectivamente, de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la morenista Clara Brugada, quienes fueron ultimados a balazos el lunes por la mañana.
El crimen tuvo lugar cerca de las 7:00 AM, y la noticia se esparció rápidamente por tratarse de dos altos funcionarios del gobierno de la Ciudad de México. De hecho, la presidente Claudia Sheinbaum Pardo fue enterada del asesinato de ambos colaboradores de la jefa de gobierno en plena conferencia mañanera. El encargado de enterar a la jefa del estado mexicano fue el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, quien con rostro desencajado se acercó a la mandataria para mostrarle un mensaje de texto con la noticia.
Luego, fue la propia presidenta quien informó a los medios de comunicación presentes en la mañanera sobre el asesinato Ximena Guzmán y José Muñoz, en cuyo asesinato, de acuerdo con las autoridades, participaron al menos cuatro personas, quienes después de perpetrar crimen huyeron con rumbo al estado de México, entidad que también gobierna MORENA.
Sobre el móvil del crimen la información es escasa todavía, pues hasta el momento no se ha detenido a ninguno d ellos responsables materiales ni intelectuales del crimen, que ha sacudido las más altas esferas del poder en México, pues se trata de dos cercanos colaboradores de la funcionaria con más poder a nivel nacional, solo por debajo de la presidenta de la República.
De acuerdo con las primeras investigaciones, uno de las cuatro personas relacionadas con el atentado fue el encargado de disparar en contra de los funcionarios, mientras que los otros tres involucrados que apoyaron con la logística, lo que denota un alto grado de planeación y de conocimiento de la rutina de las víctimas previo a los eventos que terminaron con la vida de ambos funcionarios.
La fiscalía general de Justicia de la Ciudad de México, el agresor espero a que las víctimas estuvieran juntas para disparar, justo cuando el coordinador de asesores de la jefa de gobierno, José Muñoz, se disponía a abordar la camioneta en la que ya lo esperaba Ximena Guzmán. José recibió cuatro disparos mientras que Ximena recibió ocho impactos de bala; ambas víctimas, presentaron lesiones en cráneo y tórax, lo que habla del nivel especialización del tirador, es decir, no se trataba de un improvisado, sino de alguien con amplio conocimiento en el uso de armas de fuego y con entrenamiento por el nivel de eficacia con que realizó los disparos.
El operativo que desplegaron para fugarse también habla de que se trató de una ejecución realizada por profesionales, pues luego del ataque el tirador huyó en una motocicleta que ya lo esperaba para dirigirse hacia el Estado de México. En el trayecto, cambiaron de vehículo otras dos veces, y aunque la motocicleta y el automóvil que utilizaron para fugarse ya fueron asegurados, del tirador y sus cómplices aún no se sabe nada.
Como ya se mencionó, los hechos fueron realizados por profesionales del crimen, pues los vehículos utilizados tenían los números de series alterados, y contaban además con reporte de robo. Los cuatro involucrados se aseguraron además de no dejar huellas usando guantes, por lo que las autoridades no han podido encontrar ningún indicio sólido hasta el momento para dar con los responsables.
Sin embargo, las autoridades de la Ciudad de México afirman que ya se cuenta con el perfil de los cuatro implicados, aunque el móvil del crimen sigue sin determinarse, y se sigue investigando tanto el entorno personal como profesional de las víctimas, aunque, tampoco se descarta que haya habido una participación del crimen organizado en la ejecución de ambos funcionarios públicos.
Lo que sí se sabe, es que el asesinato cimbró las más altas esferas del poder en México, y confirma que la crisis de seguridad en nuestro país está en uno de sus puntos más críticos, lo que nos deja a todos claro que nos encontramos en un preocupante nivel de fragilidad e indefensión, aunque desde el oficialismo se sigan empeñando en afirmar lo contrario.
