La importancia de la justicia no debería de estar condicionada a que tenga que haber muertos, como ocurrió hace pocos días en Chalco, Estado de México, y en Torreón, Coahuila.
En Chalco, una abuelita de 73 años, presentó una denuncia penal por el delito de despojo de su casa cuyos ocupantes al ser citadas a declarar ante el Ministerio Público, su abogado defensor argumentó que estaban ahí como inquilinas según lo trató de acreditar con un supuesto contrato de arrendamiento.
Al enterarse la denunciante de la declaración y del contrato de arrendamiento, que tildó de falso, montó en cólera y hecha una energúmena (poseída del demonio), se dirigió a la casa de la que se le despojó, y sumamente enfurecida encaró a los presuntos invasores.
Fue tanta la rabia de la denunciante que ante la actitud retadora de los presuntos invasores, se le obnubiló la mente y disparó en contra de dos de los supuestos invasores quienes eran padre e hijo, causándoles la muerte, y lesionando a otras personas que salieron de la casa; habiendo sido detenida in fraganti por la Policía, y puesta a disposición del Ministerio Público.
A las 72 horas, de esos hechos, el Ministerio Público notificó que ya había hecho desalojar la casa invadida poniéndola a disposición de la denunciante, quien ya se encontraba presa, negándose su abogado a recibirla, probablemente como una estrategia para su defensa.
O sea, lo que pudo haber hecho el Ministerio Público, inmediatamente después de que recibió la denuncia del despojo, hacer desalojar a los invasores y entregar la casa a la denunciante; lo hizo hasta que ésta mató a 2 de los denunciados.
Aquí en Torreón, en una diligencia de cumplimiento forzoso de una sentencia de un juicio reivindicatorio en el que se resolvió darle la posesión de unos inmuebles al demandante; llevada a cabo con el auxilio de la Policía Municipal, ordenado por el Juez, en un juicio en el que se debieron de haber observado todas las formalidades esenciales del procedimiento mandatadas por la Constitución; un policía mató a una persona que se encontraba en el lugar del desalojo, por supuestamente haber causado daños a su patrulla.
Los lanzamientos en los juicios reivindicatorios no son cosa del otro mundo pues ocurren con relativa frecuencia; pero éste se hizo viral en los medios por haber habido un muerto. ¿Se necesitarán más muertos para que las autoridades se esmeren en darle a la justicia la importancia que se merece?