El universo se desnuda, se enseña (se muestra) constante y permanentemente a los seres vivientes de los tres reinos: mineral, vegetal y animal, para que puedan conocerlo cada uno conforme a su capacidad intelectual. A esa capacidad que tienen los entes (exist-entes) que forman el universo para conocer y ser conocidos se le llama inteligibilidad (lo que es conocido por la inteligencia sin que intervenga lo sensorial).
Es el universo en movimiento, ajustado a su esencia y a su finalidad, el que enseña al hombre (homo sapiens) sus misterios (Ley Natural) y el ser humano aprehende (La aprehensión es hacerse de un bien con ánimo de tenerlo como propio) de lo enseñado por el universo y va creando las diversas ciencia, artes, técnica y su cultura para allegarse los medios para vivir bien.
En la operación humana de enseñanza-aprendizaje (basada en la capacidad de conocer y ser conocido), el ser humano enseña y aprehende al mismo tiempo de sus semejantes y del universo.
La regla general es que hay más enseñanza en la vida (todo el universo en movimiento) que capacidad de conocerlo y de acumular y aprovechar lo aprehendido por los seres humanos en su propio bienvivir.
Demostrar la regla es fácil: ejemplo; al abrir tus ojos, atender a tus oídos, a tu tacto, a tu gusto y olfato, te conectas con el exterior que está ahí para ser aprehendido y cuando te concentras en tí mismo, en tu interioridad, aparece tu consciencia, tu inteligencia, tu imaginación, tu memoria y la sensibilidad de todo tu cuerpo listo para ser aprehendido.
Ahora los traslado al espacio social, al espacio comunitario y al espacio histórico de México para analizar qué enseñanzas y aprendizajes dominaron, dominan y dominarán las relaciones entre los mexicanos.
Más que analizar el espacio físico, (el territorio)., el espacio mineral, el espacio vegetal y animal, analicemos el espacio humano a la luz de las enseñanzas que se le presentan, las enseñanzas que se registran en la realidad, que no es la que cuenta historia oficial.
Las enseñanzas, transformadas en cultura, de las generaciones pasadas y presentes, que son aprehendidas por las generaciones actuales y practicadas con la mayor facilidad son las siguientes.
Que la mentira es más rentable que la verdad, porque la simulación, la hipocresía, el fingimiento abren las puertas para lograr bienes materiales y riquezas mal habidas y no así la integridad, la honestidad, la solidaridad y el amor al prójimo.
Que la traición, la cobardía, el fingimiento son de más ayuda y beneficio para escalar los puestos y cargos públicos y privados, que la bondad, el sacrificio, que la rectitud, que la templanza, que los méritos y que la constancia.
Que la mediocridad, el desorden, que la exageración, la inestabilidad, la sensualidad y la vanidad son los mejores consejeros para dañar, destruir, quebrar las empresas que no agradan, que no complacen ni retribuyen con sueldos y prestaciones inmerecidas, a los empleados, ejemplo: el burocratismo.
Que el robo, el saqueo, el tomar lo ajeno, el fraude, el abuso, la prepotencias son acciones indispensables que debes aplicar en tu vida diaria para lograr una existencia ostentosa, caprichosa, veleidosa, pedante, llena de excesos y vicios. Ya que los méritos, esfuerzos, disciplina, inventiva, creatividad e innovación no son tomados en cuenta.
Que buscar los cargos públicos es el mejor medio para tener poder, privilegios, gozar de impunidad para lograr fortunas y bienes de manera ilegal y sin consecuencias jurídica. ya que servir con justicia , prudencia, subsidiaridad, honestidad al pueblo no deja nada bueno.
Que es mejor aparentar ser una persona virtuosa, hacer muchas promesas, corromper a los votantes y seguidores con dádivas de oscura procedencia, asociarte con personas de nulos escrúpulos y dispuestos a los peores crímenes.
Que se debe estar dispuesto a realizar las componendas y arreglos con quienes pueden apoyar con dinero y otros medios para lograr mayor poder y privilegios.
Que se debe lucrar con la miseria, el dolor, la salud, la injusticia del pueblo, ya que el fin justifica los medios, ya que el pueblo entre más pobre es más manejable y menos costos para comprar su voluntad (votos).
Que se vale cualquier fraude y engaño para obtener títulos y documentos falsos para cubrir requisitos para ocupar puestos de ministros de la corte, de profesores, de médicos, de cualquiera profesión. Pues lo que importa es la palanca, el padrino y lo que piden de "moche" por el puesto.
En México no se enseña ni valora ni tiene mérito la prudencia, el pudor, la bondad, la honestidad, el esfuerzo, la excelencia en la profesión, la entereza, la constancia, la fidelidad, la lealtad, el sacrificio, la modestia, el amor a la patria, a su cultura y tradiciones, ni siquiera la dignidad humana. Lo que se vive es la sub-cultura de la corrupción, de la mediocridad, de la demagogia (las mañaneras), la traición, la extorsión, el, el robo, la impunidad, el nepotismo, etc.
En México se enseña y promueven los vicios en todos los campos de la vida social, económica, militar, religiosa, universitaria y empresarial. Los instrumentos que más usan los delincuentes del gobierno son los medios masivos de comunicación que divulgan el sensismo y el utilitarismo, el relativismo y la ideología de género que lleva a la perversión sexual de los niños y jóvenes.
Si no se cambia la sub-cultura del mal, el pueblo mexicano seguirá aprehendiendo lo peor de las inmoralidades, vgr: los vicios, la corrupción, la mediocridad, la demagogia, la impunidad y la traición, males que lo ahogan todos los días en la peor injusticia y miseria. Usted lector dice la última palabra.