X: @DanielaCarlos
Aunque la idea de un sueño americano surgió en Europa a principios del siglo XVI, cuando los colonos que provenían de Inglaterra, Irlanda, Escocia y Francia, llegaron a las costas de Virginia en Estados Unidos. La idea de llegar a una tierra prometida se trasladó a Centroamérica. Cruzar la frontera para tener mejores oportunidades de empleo. Más que cumplir un sueño, Estados Unidos se convirtió en una esperanza de vida. Sólo en el 2024, aproximadamente 5.1 millones de los 11.3 millones de migrantes en Estados Unidos, provenían de México, es decir, el 45%.
Y aunque para algunos, “el sueño americano” se convirtió en una pesadilla, para otros tantos, fue una oportunidad de tener éxito personal y una mejor calidad de vida.
Ahora, con las restricciones del presidente Trump, quien afirmó desde su primer día de gobierno, que todo aquel migrante que cruce la frontera, será detenido de manera inmediata, haciendo valer esta ley, con ayudad el ejército. Eso, con quienes pretenden cruzar, pero ¿qué hay de quienes ya están de aquel lado del charco?, como coloquialmente se dice. En sus promesas de campaña, mencionó que regresarían a millones y millones de mexicanos, que viven de manera ilegal en el país de la esperanza.
Se pretenden violar, 150 años de derechos establecidos, atacando de manera directa a la ciudadanía nacida allá, especialmente a los niños hijos de ilegales.
La interrogante constante es: ¿cuál es la postura de México, ante estos hechos que violentan los derechos de nuestros paisanos? Decir, que lo mismo se dijo hace años y llegó a un acuerdo, por lo que, se espera no pase nada, como en el mandato anterior de Trump; es aventar una moneda al aire, esperando que sea águila, porque la suerte así lo marcó, anteriormente.
Además de otras tantas que surgen, como, ¿cuál será la situación de los migrantes que provienen de países como Venezuela o Colombia? Si a los nuestros, les harán valer la ley, a los que vienen de más lejos, ¿qué les vamos a ofrecer?
Tal cuál si viviéramos en los tiempos del holocausto, se busca eliminar y erradicar a toda costa, la presencia del mexicano en Estados Unidos. El país de “América libre”, quiere prisioneros a sus compatriotas.
Como mexicana, me preocupa la situación que vive mi gente de aquel lado, porque como muchos, queridos lectores, también tengo familia que hace años se fue en busca del sueño americano.
Pero como maestra, me preocupa lo que pasará con todos esos niños que serán separados de sus familias. Si bien en México, la situación es complicada y, algunos niños, en especial los sintecho o los que son secuestrados por los tratantes infantiles y viven en condiciones infrahumanas; hay alguien que habla, que reclama, que les da la mano. Allá, están solos, viviendo en un país que no los quiere y que además los quiere fuera cueste lo que cueste.
¿Será este el fin del sueño americano, o será el inicio del sueño mexicano?
Y para qué son las alas, sino más que para volar...