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El presidente electo de los Estados Unidos de América, Donald Trump, se ha caracterizado desde la elección pasada por su discurso ofensivo y amenazante hacia nuestro país, desde la construcción del muro hasta la expulsión de todos los migrantes mexicanos y esta vez con el tema de los aranceles a las importaciones mexicanas como resultado de señalamientos sobre la amenaza de productos chinos que atentan contra la economía estadunidense. La realidad es que dichas amenazas son más fanfarronería del político con discurso radical que una realidad que pueda meternos en problemas, y es que ciertamente la relación comercial entre ambas naciones es bastante codependiente y altamente redituable como para que inicie una guerra de impuestos que afectaría directamente este flujo comercial impactando seriamente la liquidez de ambas naciones y eso a nadie le conviene, ni a los Estados Unidos ni mucho menos a México. La mejor prueba de ello es la reciente llamada telefónica entre nuestra presidenta Claudia Sheinbaum y el electo Donald Trump en donde se abordaron los temas de seguridad y migración para conocer las estrategias implementadas por nuestro gobierno en estos dos importantes rubros que afectan a ambas naciones, en tanto que el tema comercial no se abordó para nada, y es que simplemente tratar estos temas es complicado porque están regulados por el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá y el no cumplirlos atrae sanciones para los países signantes; además existen datos que demuestran la vulnerabilidad de los Estados Unidos con respecto a nuestra economía; por ejemplo a inicios de este año nos hemos consolidado como el principal proveedor comercial de los Estados Unidos; pues de acuerdo el Census2, EUA importó de México 476 mil millones de dólares en 2023, mientras que el valor de las mercancías importadas de China fue por 427 mil millones de dólares. De esta forma, se concreta el liderazgo de México en exportaciones hacia EUA algo que se observó durante varios meses del 2023, pero que ahora se confirma. De cerca, Canadá sigue la carrera y aunque la diferencia es mayor al 10%, su posición tampoco es lejana para disputar la primera posición; hoy por lo pronto al ser principal proveedor y recibir incrementos en los aranceles a las exportaciones obligaría al encarecimiento de nuestros productos generando un problema de inflación en los Estados Unidos, quizá momentáneo, pero al final tendría repercusiones directas al ser nuestro país el principal socio comercial del estado norteamericano. Finalmente, y como prueba de lo anterior, según cifras gubernamentales, en julio de este 2024, las ventas internacionales de México a Estados Unidos fueron US$44,852M, mientras que las compras internacionales alcanzaron US$20,866M. Lo anterior resulta en un balance comercial de US$23,986M; esto también pone de manifiesto la importancia que como proveedor tiene México en la economía estadunidense. Estas cifras vuelven el tema comercial bastante delicado, de suma importancia y vuelven la relación económica casi inquebrantable, por lo que las amenazas de Trump se quedarán en lo de siempre; impactos mediáticos de un megalómano que no trascenderán una sólida relación comercial de toda una historia de vecindad entre ambas naciones.