En Ciudad de México CDMX, celebraron el 114 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana en 1910, con un majestuoso desfile cívico deportivo en el Zócalo, en las avenidas 5 de Mayo y Juárez, y Paseo de la Reforma, para concluir en Campo Marte; destacando la locomotora en la plancha del Zócalo que causó la admiración de chicos y grandes.
Este espectacular desfile fue éste miércoles 20 de noviembre, en respeto a la fecha en que se inició el movimiento social y armado; sin tomar en cuenta que fue un día de labores; pues desde 2006, el saliente Presidente Vicente Fox Quezada, promovió una reforma a la Ley Federal del Trabajo, que cambió el asueto del Día de la Revolución, al tercer lunes de noviembre.
También este Presidente cambió el día de descanso obligatorio del 5 de febrero Día de la Constitución, al primer lunes de ese mes; y el 21 de marzo Día de Benito Juárez, al tercer lunes de ese mes; no pudiendo cambiar los asuetos del 1° de mayo, del 16 de septiembre, del 1° de diciembre de cada seis años con motivo del cambio de los Poderes Federales (y que ahora se cambió para el 1° de octubre); del 25 de diciembre Día de la Navidad, y del 1° de enero Día de Año Nuevo.
Las razones que tuvo ese gobierno para que se dejaran de celebrar con día de descanso esos días en que acaecieron los sucesos y nació el Benemérito, fueron hacer los fines de semana largos de sábados a lunes, para que la gente pasara más tiempo en familia, pudiera salir de fin de semana, para incrementar el turismo, para eliminar “los puentes”, en medio de dos días hábiles y para que la industria, las fábricas, no trabajaran un día sí y otro no y luego otro sí, encendiendo y apagando las calderas , los sistemas digitales, en perjuicio de la producción y de la economía.
Quienes se oponen a esos cambios afirman que las actuales y nuevas generaciones cada día conocen menos la Historia de México, haciéndonos olvidar nuestra identidad, enajenándonos a las festividades extranjeras.
Los padres, los abuelos y los maestros, tendremos mucha responsabilidad si no concientizamos a nuestra descendencia de nuestro sentimiento de pertenencia a México.