LO MÁS IMPORTANTE ES LA SEGURIDAD DE LOS CIUDADANOS
Desde el fin de semana pasada y principios de la que terminó, se presentó un fuerte debate, en torno a la emigración del, Grupo de Reacción de Torreón (GRT), para integrarse al mando estatal. Al parecer, fue el alcalde Román Alberto Cepeda, quien tomó la decisión, supuestamente, porque, esa corporación, no obedecía sus órdenes, cuando, es sabido, que existe un mando único, por acuerdo de todas las corporaciones e inclusive la Guardia Nacional y el ejército.
El debate ha subido de tono, de tal manera, que el Gobernador, Manolo Jiménez, tuvo que mandar al Secretario de Gobierno, Óscar Pimentel, para que mediara y bajara el tono del “conflicto”.
En torno a este tema, comenzaron las especulaciones, llevando a algunos comentólogos, a asegurar que se había dado un rompimiento entre el Alcalde Cepeda y el Gobernador Salinas y, que eso, llevaría a debilitar la coordinación y, por ende, a abrirle la puerta al crimen organizado.
Otros, aseguraron que eran los grupos de poder (empresarios, religiosos y demás), los que estaban atizando el fuego, por la rivalidad histórica que ha existido entre Torreón y Saltillo y que, era tiempo de medir fuerzas, para mostrar independencia hacia la Capital.
Por otra parte, se especuló, que, eran los grupos políticos de La Laguna de Coahuila, los que estaban atizando el fuego, para cerrar filas en torno al Alcalde, para tomar posiciones, a corto y mediano plazo, cobijados por Román Cepeda, unos y, por Manolo Jiménez, otros.
Lo cierto, es que, a nadie beneficia este tipo de diferendos, porque, lo que se necesita, es reforzar los lazos y la coordinación entre ambos órdenes de gobierno, pues, es cierto, el horno no está para bollos.
Si algo se ha logrado, y bien, ha sido el trabajo coordinado del Alcalde de Torreón y el Gobierno del Estado, antes, con Miguel Riquelme, y ahora, con Manolo Jiménez.
No olvidemos que el tema de la seguridad es muy frágil, de hecho, ha sido tan bien llevado por los coahuilenses, que nuestro Estado, es uno de los tres más seguros y, es ejemplo nacional en materia de seguridad. Eso, es lo más importante y no, quemarse en la hoguera de las vanidades. No es una competencia sobre quién tiene más poder, ni quién debe mandar sobre el otro, no.
El éxito, todos lo sabemos. Con Miguel Riquelme, se consolidó la seguridad, no solo de La Laguna, sino de todo el Estado. Cosa que Manolo Jiménez, ha continuado. Sería un error garrafal, que por cuestiones de celos o egos, eso se terminara.
Los gobernantes no están para andar compitiendo por ser el más guapo y carismático, de ninguna manera. Ellos están para procurarnos seguridad y buen ambiente para atraer inversiones, como hasta ahora lo han hecho.
Gracias a esa buena coordinación, es que, La Laguna y todo Coahuila, están en los primeros lugares de tranquilidad y de llegada de inversiones.
A nadie benefician los enfrentamientos y, menos, las provocaciones, de quienes quieren pescar a rio revuelto. A esos que les hablan al oído a sus jefes para sembrar cizaña y, llevar agua a su molino.
Sin embargo, se ha impuesto la cordura y la sangre no ha llegado al rio, porque se tienen buenos políticos y, por ende, buenos gobernantes.