Inundaciones, deslaves, cortes de energía, y afectaciones severas a la infraestructura urbana causaron las intensas lluvias que se presentaron desde el pasado fin de semana en la región lagunera, que una vez demuestra que no está preparada para este tipo de fenómenos meteorológicos a pesar de que estos se están volviendo cada más recurrentes.
En Torreón, las zonas más afectadas fueron el poniente, centro y sur oriente, incluso, la laguna de regulación que se encuentra en la colonia Santiago Ramírez resultó insuficiente para contener toda el agua que cayó en apenas unas horas y se desbordó, provocando que el agua entrara a varias viviendas donde el agua alcanzó hasta un metro de altura. Las colonias más afectadas fueron la mencionada Santiago Ramírez y la colonia Lázaro Cárdenas.
De igual manera, decenas de vialidades se vieron afectadas por el acumulamiento de agua, y muchas de ellas debieron ser cerradas a la circulación para evitar tragedias. Y es que, de acuerdo con los datos proporcionados por las autoridades municipales, durante la madrugada del sábado se registraron 59.8 milímetros de precipitaciones, otros 32 milímetros durante el domingo, y el unes otros 52 milímetros, para un total de 144 milímetros en solo dos días, con lo cual, en unas cuantas horas se superó la mitad de lo que llueve en todo el año.
Las intensas precipitaciones provocaron estragos importantes en la vida cotidiana de la región, principalmente, se reflejo en el gran porcentaje de niños que no acudieron a la escuela, pues hubo planteles educativos que registraron entre el 40 y 90 por ciento de niños ausentes debido a las afectaciones que causaron las lluvias en la ciudad.
Lo preocupante, es que este escenario es cada vez más común, y demuestra cada vez que sucede que la ciudad no está preparada para soportar las intensas lluvias, con lo cual se vuelve urgente invertir en una magna obra de drenaje pluvial, el problema: la inversión para llevar a cabo la infraestructura necesaria supera los mil 600 millones de pesos, cantidad que está muy por encima de la capacidad financiera del municipio, como han reconocido las propias autoridades municipales.
Para conseguir los recursos necesarios, el alcalde Román Alberto Cepeda anunció que ya se envió a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), un proyecto para la introducción de drenaje pluvial en el municipio, pero no existe una fecha concreta para que el proyecto pudiera autorizarse, primero, y después, se le asignen los recursos necesarios que son del orden de los 500 millones de pesos solo para poder concretar la primera etapa.
Y es que la necesidad de concretar esta magna obra es imperiosa para la ciudad, debido que como consecuencia del cambio climático este tipo de condiciones extremas con calor intenso en el verano y lluvias torrenciales en la época de lluvia se estarán repitiendo de forma cada vez más frecuente, de acuerdo con ambientalistas.
Afortunadamente, en esta ocasión, no hubo tragedias que lamentar, como la pérdida de vidas, aunque si se reportaron daños materiales, como los ya mencionados en las colonias aledañas a la laguna de regulación, donde familias enteras tuvieron que resguarde en el segundo piso de sus viviendas para no ser alcanzados por el agua que ingresó de forma abrupta y violenta a sus hogares; otros, tuvieron la fortuna de alcanzar a salir para resguardarse en casa de sus familiares, pero, en ambos casos, el agua les quitó gran parte de sus pertenencias, como ya había sucedido una vez en el 2013. Mientras tanto, personal del ayuntamiento trabajaba a marchas forzadas llenando pipas de entre 10 y 30 mil litros de capacidad para disminuir el nivel del agua, que, hasta el cierre de la presente edición, se estimaba en alrededor del 85 por ciento de la capacidad de la laguna de regulación; todo, bajo la mirada de un cielo gris, nublado, y con un pronóstico de lluvias superior al 80 por ciento.
