El poder cambiar la palabra me siento bien por me siento mal, se sienten más en paz con ellos mismos, evitando cometer errores debido a su carácter. Aunque muchos dicen que son enojones por su temperamento, saben que esto no es un factor para estar enojados ni tristes.
Si su temperamento fuera culpable de todo lo que han hecho en su vida, entonces sí estarían en un error, pero a menudo piensan que quienes tienen un temperamento fuerte siempre estarán tristes o enojados.
En el pasado, se sentían más culpables por su carácter, al reflexionar que eran ellos quienes creaban el conflicto con los demás. Esa sensación incómoda y compleja que surge ante una discusión, pero que luego los deja tristes y frustrados, es muy desgastante.
El no querer buscar conflicto con los demás puede ser positivo y favorable, ya que les permite crecer y madurar, sobre todo, aprender de su conducta cuando lastiman a otras personas.
Sentirse bien con ellos mismos les hace ver que en muchas ocasiones se han equivocado y que, por eso, se sentían culpables. Quizás lo que sentían era que nadie los entendía.
La tristeza es efímera, siempre habrá un momento en su día en que se sentirán tristes, pero ver las cosas con optimismo lo cambia todo.
Se sienten bien, aunque haya personas que los observen o los critiquen. Se sienten bien, aunque llamen su atención, y creen que, como todos, también tienen defectos. Se sienten bien con su temperamento; se sienten bien.