En 2003 la UNAM, imprimió el libro del uruguayo Eduardo J. Couture, Los Mandamientos del Abogado, publicado en 1949, conocidos como el Decálogo del Abogado; que traemos a colación porque este 12 de julio es Día del Abogado, y como un homenaje a ese esclarecido jurista de proyección internacional, aquí los transcribimos sintetizados.
1°. Estudia.- El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado. Como todas las artes, la Abogacía solo se aprende con sacrificio; y como ellas, también se vive en perpetuo aprendizaje.
2°. Piensa.- El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando. El Abogado recibe la confidencia profesional como un caso de angustia humana y lo transforma en una exposición tan lúcida como su pensamiento se lo permite.
3°. Trabaja.- La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
4°. Lucha.- Tu deber es luchar por el derecho, pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia. El Derecho no es un fin, sino un medio. En la escala de valores no aparece el Derecho, aparece en cambio la justicia, que es un fin en sí y respecto de la cual el Derecho es tan solo un medio de acceso.
5°. Sé leal.- Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. El día máximo de esa lealtad es el día de ajustar honorarios; ya que lo grave de la defensa es que, instantáneamente, de un día para otro, la fuerza de las cosas transforma al defensor en acreedor.
6°. Tolera.- Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
7°. Ten paciencia.- El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración, paciencia, para escuchar. Cada cliente cree que su asunto es el más importante del mundo.
8°. Ten fe.- Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana, en la justicia, como destino normal del Derecho, en la paz como sustitutivo bondadoso de la justicia y sobre todo ten fe en la libertad, sin la cual no hay Derecho ni justicia ni paz.
9°. Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
10°. Ama a tu profesión.- Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que se haga Abogado.