PREVALECE EN LA ADMINISTRACIÓN DE “CHAFITO” RAMÍREZ LÓPEZ, EL CAOS Y EL INFLUYENTISMO
En la vecina ciudad de Matamoros, donde gobierna el tristemente célebre e inútil Miguel Ángel Ramírez López (alias) “Charro”, “Charrito”, Chafito”, que para el caso es lo mismo, ya se contabilizan nuevos ricos, entre ellos el propio presidente municipal y su tesorero Efraín Agüero, pariente de la ex candidata de Morena, a dominar el municipio, Azalea Huitrón, quien a partir del uno de enero será regidora por segunda ocasión.
El PRI de Matamoros, llámese “Charro” que es el que gobierna, ordena lo que tiene que hacer, porque la dirigencia no es autónoma mucho menos revolucionaria, hace una evaluación y empezó a cortar cabezas de la nómina en líderes de aquellos seccionales donde no dieron el ancho y perdieron durante el pasado proceso electoral del 2 de junio.
El más molesto es el diputado local Raúl Onofre, quien no obstante haberle echado todos los kilos para que Javier González ganara el distrito 8 de la diputación federal, porque como suplente iba su esposa la síndica Graciela Fernández de Onofre, no deja de retorcerle el estómago porque el equipo de “Chafito”, que recibe órdenes del político venido a menos y perdedor Juan Carlos Ayup, corrieron la “orden” de que fuera voto cruzado, hacer perder al candidato a legislador.
“Chafito” utilizó toda su influencia, poder y dinero para salvar el pellejo y no permitir que Azalea le quitara la silla presidencial, haciendo a un lado el interés de buscar el voto para que obtuviera más la candidata Xóchitl Gálvez, para senador Miguel Riquelme y diputado federal Raúl Xavier González, de esa manera se cumplió la venganza pendiente del proceso del 2018, que culparon a Onofre Contreras de haber metido la mano para que perdiera Ayup Guerrero, cuando quiso buscar la reelección y la ganó Horacio (ra) Piña.
“Charro” gritó a los cuatro vientos que Horacio (ra) Piña, desfalcó a ese municipio con más de cien millones de pesos, incluso, que habría de presentar las denuncias correspondientes para que no quedara en la impunidad el gran desfalco millonario de Lacho “Caguamas” y cómplices; sin embargo, nada pasó, todo llegó a buenas negociaciones y extraoficialmente se sabe que Horacio regresó varios millones que se repartieron para respaldar la campaña de “Chafito” y aquí no ha pasado nada, todos felices.
Lógico es que el más interesado en la reelección era Miguel Ángel Ramírez, porque de haber quedado Azalea de presidenta, tendría la presión de todos los liderazgos de Morena para sacarle a flote todo el dinero desviado, los turbios negocios, los gastos millonarios injustificados, incluyendo haber detectado las propiedades que en los últimos dos años han adquirido funcionarios de primer nivel, que se involucran en el manejo de los dineros públicos, no justificarían las propiedades con el modesto salario que perciben quincenalmente.
Existen algunas campañas sacadas de la manga en las que justifican ciertos gastos que no se realizan, mucho menos con acciones que dan nulos resultados, como el supuestamente concientizar a quienes conducen motocicletas a respetar la vialidad, cuando son ellos mismos los que incrementan el índice de accidentes.
El chofer de moto, principalmente los repartidores de pizzas, que aprovechan las influencias de sus patrones, son los que más abusos cometen, transitan a exceso de velocidad, se meten entre los autos, se pasan el semáforo en rojo, escape abierto que propicia contaminación auditiva, delimitan estacionamientos privados sin el pago respectivo. Ante una serie de anomalías que cometen integrantes de la Cámara de Comercio, “Charro” guarda silencio porque así fue su compromiso de campaña, solaparlos, no decirles nada, meterlos a comités sacados de la manga que supuestamente revisan las cuentas públicas, pero, además, son proveedores del ayuntamiento, así que, todo un negocio redondo e influyentismo.