AL “CHAFITO”, PERDÓN AL “CHARRITO”, CADA DÍA QUE PASA SE TERMINA SU POSIBILIDAD DE REELECCIÓN
Cada día que pasa, al presidente municipal de Matamoros, Miguel Ángel Ramírez López “El Chafito”, perdón, “El Charrito”, se le cae el municipio a pedazos y, por ende, más lejano se aprecia su posibilidad de alcanzar votos suficientes para la reelección.
Su discurso, que desde la campaña apañaba la atención de propios y extraños, dejaba entrever que su actuación al frente de la administración municipal, superaría por mucho el poco o nulo trabajo que hizo su antecesor Horacio (ra) Piña Ávila, que ahora anda como los avestruces, no se le ve cabeza ni cuerpo por ningún lado, además de que ya negoció el faltante de más de 100 millones de pesos que le detectaron.
Las diferencias políticas que se aprecian hacia el interior de su administración, también deja al descubierto los pleitos internos entre los trabajadores que comulgan con los grupos políticos que encabezan Raúl Onofre Contreras, Juan Carlos Ayup Guerrero, Guillermo del Real Castañeda y los que abandera “El Chafito”, perdón “El Charrito”.
Como ya lo hemos afirmado en anteriores publicaciones, el “Chafito” no ha cumplido ni el 30 por ciento de sus promesas o compromisos que hizo en campaña, en los ejidos y la cabecera no se ve obra relevante por ningún lado, salvo la pavimentación de la calzada Lázaro Cárdenas, la avenida Rocha, la calzada Coahuila y el camino que conduce a la comunidad de Purísima, pero esa fue gestión del diputado Raúl Onofre, donde tiene intereses personales arraigados.
“El Chafito, perdón “Charrito”, no la brinca sin huarache y ahora hizo negocios con el ex alcalde y ex presidiario Lipe Medina Cervantes (por aquello de que le perdieron la fe), al contratarlo sin licitación alguna para abrir la mentada Clínica del Amor, donde han “invertido” millones de pesos para dar atención médica gratuita de primer nivel, a todo el que no cuenta con IMSS, ISSSTE, Magisterio.
En ese gran negocio existe conflicto de intereses, pues el hijo de Lipe Medina, está casado con un familiar de la familia Ayup, quienes, en su mayoría, se encuentran en la nómina del municipio y del estado; ahora, Lipe Medina, luego de que lo sentenciaron cuando en la administración de Humberto Moreira lo metieron a la cárcel, trae escolta personal tras su secuestro, pero no le impidió volver a enrolarse con el gobierno para hacer el gran negocio de su vida con la llamada Clínica del Amor, contratado por el “Chafito”, perdón “Charrito”.
Mientras tanto, una vez que se define quién contenderá por el PRI para la presidencia municipal, la esposa de Raúl Onofre va como suplente de Xavier González, quien es precandidato a la diputación federal por el distrito 8, ahora la lucha interna entre los grupos políticos está más fuerte, ellos intentan negociar las regidurías y el mayor número de posiciones para su gente, aún no saben si ganarán y se están disputando el guajolote sin siquiera saber si lo cocinarán.
Morena y los partidos con los que van en coalición, también están en similares circunstancias, apenas la semana pasada dieron a conocer el primer bloque, los nombres de once precandidatos de ciudades pequeñas o llamadas morralla, en su mayoría son mujeres por aquello de la equidad de género, dejando para el final las ciudades más importantes por su número de habitantes donde esperan tener más fortaleza y posibilidades de triunfo.
“El Chafito”, perdón “Charrito”, sabe que no las trae todas consigo, las cosas no le han salido como esperaba y está lidiando con aquellos que representan los grupos políticos, sin descartar una posible venganza de Raúl Onofre contra Juan Carlos y “El Chafito”, porque ambos ya en una ocasión lo traicionaron y pidieron a su gente que no votaran por el diputado, aunque de poco les valió porque finalmente alcanzó su cometido y llegó a la meta, pero eso no se le olvida.