La mejor columna política de La Laguna, por SinCensura.

Ni siquiera han comenzado las campañas ni se han dado a conocer las listas de todos los partidos al Congreso y a las presidencias municipales, y la violencia política comenzó a aflorar en toda su dimensión.

En lo que va de la precampaña, o sea hasta hoy, una docena de personajes relacionados con cargos públicos y/o en busca de puestos de representación popular han sido asesinados.

Ya se había advertido con mucho tiempo de anticipación sobre el riesgo de que la delincuencia organizada y la común trataran de incidir en estas elecciones.

Las advertencias fueron tomadas como exageraciones tanto por el Presidente de la República como la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, quien pronosticó que habría un proceso “en paz’’.

Lo que ahora preocupa es cómo hará el gobierno para proteger a los más de 20 mil ciudadanos que competirán por un cargo de elección popular.

Ya han firmado un convenio con el INE, pero este documento es muy limitado, pues solo se conoce que el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional garantizan la protección de los candidatos presidenciales —y quizá la de los 9 candidatos a gobernador—, pero el resto de los aspirantes tendrá que garantizar su seguridad por sus propios medios.

Ojalá que en las reuniones de madrugada que dice López Obrador que sostiene diariamente con el Gabinete de Seguridad se desarrolle una estrategia eficaz para cuidar a los candidatos y con ello al proceso electoral.

Y de paso, si les sobra tiempo, echarle un vistazo a los expedientes de los candidatos que tienen nexos con la delincuencia organizada, que no serán pocos.

Como reza el dicho: “No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue”. El 10 de febrero se llevaron a cabo los registros de aspirantes para alcaldes y alcaldesas del PRI en Coahuila.

Después de registrarse formalmente ante la Comisión de Procesos Internos del PRI Torreón como aspirante a precandidato para buscar la reelección por la alcaldía de Torreón, Román Alberto Cepeda González, dijo que sería el mayor honor de su vida seguir construyendo la grandeza de este municipio para competir con éxito en el proceso electoral del próximo 2 de junio.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, los panistas ganan terreno con la aparición de Jorge Zermeño que busca competir el mismo cargo y va contra Cepeda González, luego de que la dirigencia de Acción Nacional rompiera la coalición con el PRI y PRD para las elecciones locales en Coahuila.

Aunque el PRI maneje la narrativa de que al PAN se le debe tratar como el enemigo en Coahuila. No está por demás recordar que Zermeño ya fue alcalde en tres ocasiones: 1997-1999, 2017-2018 y 2018-2021. En 1996, gano su primera elección con 71 mil votos a favor; en 2017, ganó la segunda elección con más de 133 mil votos; y en 2018, con poco más de 145 mil votos fue reelegido.

Sin embargo, en 2021, la coalición PRI-PRD gano las elecciones de Torreón con 132 mil votos a favor de Román Alberto Cepeda, se contabilizaron 99 mil votos para Morena, mientras que el PAN obtuvo 58 mil votos.

Como antecedente, las elecciones locales de 1996, constituyeron un parteaguas en la historia político-electoral de Coahuila, ya que si bien los partidos de oposición (PAN y PRD) apenas triunfaron en 10 de los 38 municipios, tres de ellos concentraron la mayoría de la población: Saltillo, Torreón y Monclova.

No cabe duda de que los resultados adversos que obtuvo el PRI en aquel año, fueron resultado de la conjunción de factores de carácter municipal, principalmente.

Una vez que inicien las campañas, la medición de la opinión pública, vía encuestas, tendrán una tendencia electoral marcada y será de tercias: la evolución e intensidad de las campañas va a determinar la manera en que los ciudadanos elegirán el candidato ganador por la presidencia municipal de Torreón: Morena, PRI o PAN.

A partir de hoy, todo lo mal que puedan salir las negociaciones —por debajo de la mesa— entre el PRI y PAN serán favorables para Morena.

Ante este escenario, podemos asegurar —a manera de pronóstico— que la elección por la alcaldía de Torreón se disputara entre exalcaldes de los principales partidos políticos.

Nos cuentan que en Morena no quieren repetir los errores que les puedan dañar candidaturas y votación en Coahuila. En ese sentido, nos confían que se encuentra ya muy aventajado todo para promover a Jorge Luis Morán para ser presidente municipal de Torreón en lugar de Shamir Fernández; este fin de semana quedaran definidas las listas en todo el país, pero ya hay muy poco margen de equivocación en torno a esto.

Como recordara usted, estimado lector y/o lectora, el 9 de septiembre de 2023, esta columna lo adelantó como primicia: “de buena fuente nos confirman que el próximo candidato de Morena por Torreón es el exalcalde Jorge Luis Morán Delgado. Nos dicen que el amarre lo hizo directamente con Claudia Sheinbaum a cambio del financiamiento a la campaña en Coahuila”. (SIC)

Mientras tanto, Sheinbaum viaja por el país y habla con todos los actores políticos, se ha dedicado a armar su estructura electoral. Tiene una gran ventaja: atrás de ella está como jefe de campaña el Presidente de la República y la respaldan los gobernadores del régimen.

Hay otro dato clave. Sheinbaum tiene operadores para todo y en todos lados, desde Palacio Nacional hasta el último poblado a donde llegan los programas sociales pagados con nuestros impuestos. Y, por si fuera poco, se han disciplinado los dirigentes de los tres partidos alineados desde Palacio Nacional: Morena, el Verde y el PT. Así se ejercen el poder y el presupuesto.

Por cierto, nos dicen que Ricardo Mejía Berdeja ya hizo las paces con las dirigencias de Morena y el Partido del Trabajo, y volvió a la escena política, ahora para apoyar a Sheinbaum.

El resultado fue algo insólito que tal vez no volveremos a ver: el PRI les dio una paliza.

El origen del problema fue que el Presidente mandó señales engañosas. Permitió que durante meses Ricardo Mejía, entonces subsecretario de Seguridad Pública, hiciera campaña abierta en las mañaneras. Le dio alas y Mejía se lo creyó.

A la hora de la verdad, gracias a las encuestas de popularidad, el candidato resultó ser el senador Armando Guadiana Tijerina, que ya entonces padecía la enfermedad crónica que le quitó la vida hace poco.

Mejía no aceptó el resultado y se rebeló. El PT nacional lo abandonó, pero el PT local lo mantuvo como candidato contra viento y marea.

Después de la derrota estrepitosa la carrera política de Mejía Berdeja parecía haber llegado a su fin, pero no. Volverá como abanderado del PT como diputado plurinominal.

En cambio, Xóchitl Gálvez ha formado su equipo de trabajo con retazos de aquí y de allá, mayoritariamente espontáneos y sin garantía de paga alguna, pero tampoco con garantía de lealtad.

Durante estos meses, la opositora Xóchitl Gálvez organiza eventos acotados con organizaciones civiles, dialoga con empresarios, viaja al extranjero, hace denuncias y pide observadores. No cuenta con estructuras propias.

Si bien no se trata de rendir la plaza, sino de no equivocar el mensaje ni darle pretextos al Presidente y a su partido de responsabilizarlos por negarles “mayor bienestar’’ al pueblo bueno y sabio. Las iniciativas, que tienen que ver con salarios y pensiones, no serán aprobadas a ciegas.

No se aprobará nada que tenga que ver con la desaparición de los órganos autónomos ni con limitar o anular a la Corte; no se votará a favor la iniciativa con la que se pretende que con solo el voto de 4 ministros ninguna ley pueda ser declarada inconstitucional.

La postura de la oposición incluso ha tomado un poco por sorpresa a los morenistas, que ya se aprestaban al reparto de culpas, una de sus especialidades.

El gobierno de Manolo Jiménez Salinas no quita el pie del acelerador. La idea es entregar los primeros resultados de su gestión una vez que concluyan los primeros cien días del sexenio.

Hay avances en las cinco regiones de Coahuila y sobre todo se trabaja en construir un clima de armonía entre los poderes del Estado, como lo muestra la comunicación que ha establecido con el titular del Poder Judicial, el magistrado presidente Miguel Felipe Mery Ayup.

Bien lo ha dicho el gobernador Manolo Jiménez Salinas, que la mejor manera de servir a la gente es fortaleciendo el Estado de Derecho y el camino corto es que todos, comenzando por las autoridades, respeten la ley.

Su mensaje fue claro y contundente a la población de Coahuila. Hace unos días se instaló la primera piedra del primero de los 7 cuarteles de la policía estatal que con más de 100 millones de pesos se construirán en lugares estratégicos, el arranque fue en el pueblo mágico de Candela, donde el gobernador Jiménez Salinas reitero una vez más, la seguridad es prioridad y este es solo el comienzo.

Luego de la elección del nuevo rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, esta semana fue de nombramientos. Octavio Pimentel dio a conocer los primeros nombres de 22 que conformarán su equipo de trabajo. En la Secretaría General repite el abogado Víctor Manuel Sánchez.

Por otra parte, Pimentel cumple su promesa de campaña de darle un lugar preponderante a las mujeres en la toma de decisiones de la UAdeC, nombrando así a la doctora Karla Sánchez como coordinadora de Vinculación e Innovación, la exdirectora de la Facultad de Psicología estuvo a cargo de coordinar la campaña del ahora rector con grandes resultados.

Otra mujer que estará en el primer círculo será Paulette Seceña, quien repite como Coordinadora de Administración Patrimonial y de Servicios.

Se termino la incógnita de quién será el próximo tesorero de la máxima casa de estudios, nombrando así a un hombre de toda su confianza, Evaristo Alférez, quien fue docente y director de la Facultad de Sistemas de la cual es egresado el ahora rector.

Finalmente, Magda Yadira Robles Garza fue ratificada para estar al frente de la Defensoría de los Derechos Humanos Universitarios.

Llama la atención que las mujeres tendrán un papel vital en esta administración y que definitivamente comienza una nueva era para la UAdeC, pues es una camada de jóvenes funcionarios que sin duda le darán otra cara a Universidad, confirmando así la inercia que impuso el gobernador Manolo Jiménez Salinas de que la juventud y la experiencia no están peleadas.

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