Un pueblo hambriento cambia fácilmente su libertad por comida, lograr lo anterior por medio de la cuarta transformación es la meta del actual gobierno federal y de Morena.
Lo anterior explica y responde a los cuestionamientos que se le hacen al gobernante federal, el cual malgasta los dineros públicos en obras y programas, además de improductivos y costos, impertinentes, ya que existen otras prioridades para los mexicanos en salud, seguridad y fuentes de empleo que los demandan.
También deja en claro que el actual gobierno federal tiene como amos a los dueños del gran capital internacional usurero y esclavizador que le impone el endeudar a los mexicanos por varias generaciones
Y qué decir del contento que tienen los morenistas por llevar a millones de mexicanos a la miseria, llenándoles la panza con falsas promesas y de las migajas que caen de las mesas donde comen sus opresores.
La historia se ha encargado de desenmascarar a quienes se dicen izquierdistas, progresistas. socialistas o comunistas, y los ubica como simples mercenarios o pendejos utilizables por los grupos de las oligarquías plutocráticas que están luchando por imponer su gobierno mundial.
Para muchos pre-mexicanos (una mayoría sin esa conciencia de nacionalidad) es atractiva la idea de cambiar su libertad por migajas de comida y ansiosos esperan las fechas de las elecciones para ofertar su voto (prosti-voto) al mejor postor.
Con la finalidad, hasta donde sea posible, de concientizar a los mexicanos y pre-mexicanos, citamos al profeta Samuel quien advierte al pueblo judio del error que comete al poner su destino en manos de un solo hombre (mujer) que estará sujeto a los vicios y desórdenes del paganismo, advertencia que le viene bien a todos los mexicanos en estos tiempos que se define el futuro del país.
Samuel fue un profeta, y el último juez de Israel; fue instruido por Elí y le sustituyó como juez en Israel cuando éste murió. Samuel nació en 1071 a.C., en Ramathaim-Zophim y falleció el 1012 a.C., en Ramá.
“Lectura del primer libro de Samuel (8,4-7.10-22a): En aquellos días, los ancianos de Israel se reunieron y fueron a entrevistarse con Samuel en Ramá.
Le dijeron: «Mira, tú eres ya viejo, y tus hijos no se comportan como tú. Nómbranos un rey que nos gobierne, como se hace en todas las naciones.»
A Samuel le disgustó que le pidieran ser gobernados por un rey, y se puso a orar al Señor.
El Señor le respondió: «Haz caso al pueblo en todo lo que te pidan. No te rechazan a ti, sino a mí; no me quieren por rey.»
Samuel comunicó la palabra del Señor a la gente que le pedía un rey: «Éstos son los derechos del rey que os regirá: a vuestros hijos los llevará para enrolarlos en sus destacamentos de carros y caballería, y para que vayan delante de su carroza; los empleará como jefes y oficiales en su ejército, como aradores de sus campos y segadores de su cosecha, como fabricantes de armamento y de pertrechos para sus carros. A vuestras hijas se las llevará como perfumistas, cocineras y reposteras. Vuestros campos, viñas y los mejores olivares os los quitará para dárselos a sus ministros. De vuestro grano y vuestras viñas os exigirá diezmos, para dárselos a sus funcionarios y ministros. A vuestros criados y criadas, vuestros mejores burros y bueyes, se los llevará para usarlos en su hacienda. De vuestros rebaños os exigirá diezmos. Y vosotros mismos seréis sus esclavos. Entonces gritaréis contra el rey que os elegisteis, pero Dios no os responderá.»
El pueblo no quiso hacer caso a Samuel, e insistió: «No importa. ¡Queremos un rey! Así seremos nosotros como los demás pueblos. Que nuestro rey nos gobierne y salga al frente de nosotros a luchar en la guerra.»
Samuel oyó lo que pedía el pueblo y se lo comunicó al Señor.
El Señor le respondió: «Hazles caso y nómbrales un rey.»”.
Hace más de 3000 años que existe la advertencia del peligro que subyace en dejar los destinos de la nación en manos de un solo hombre (mujer) con graves enfermedades psicológicas, pagano, mitómano, megalómano, usurpador, corrupto y traidor a su patria. El resultado es miseria, esclavitud y exterminio.
Como en anteriores ocasiones la estrategia de los esclavizadores internacionales con sus títeres comunistas, socialistas, progresistas, mercenarios, liberales cubiertos con membretes de partidos políticos van a comprar la libertad de los votantes con migajas de comida y mentiras.
Nos recuerda Julio Anguita:"La dignidad es la pieza clave para vivir bien, porque con la dignidad no se come, pero un pueblo sin dignidad se pone de rodillas y termina sin comer".
La solución es elaborar la lista de familiares, amigos, compañeros y conocidos para llevarlos a votar a favor de los mejores candidatos a diputados y senadores y a la única candidata mujer que si es mexicana. Usted lector dice la última palabra.