Pero, antes que nada, iniciaremos esta columna con nuestra típica y tradicional adivinanza, no sin antes, desearles a nuestros estimados lectores un próspero y saludable 2024. ¿Quién es el miembro del comité ejecutivo que fue despersonalizado desde el principio y que ahora le conocen como el nuevo Mario Palacios? Como siempre, les daremos unas pistas: este personaje anda tan pero tan desesperado haciendo campaña para ser el autonombrado el candidato del cambio generacional, que se la pasa stalkeando en el Facebook para ver quien cumple años, para luego luego pedirle el apoyo, olvidándose que nadie lo quiere, por tener la sangre de “Cochi”. Si con estas pistas no sabe de quién estamos hablando, pregúntele a su compadre Dorado.
Entrando en temas políticos sindicales, muchísima gente nos ha preguntado que después del desglose que hemos hecho de los grandes temas de la sección en las columnas anteriores, cuál sería el dictamen de este primer año de gestión sindical de Arturo Díaz al frente de la 35, la respuesta sería muy sencilla: “Un año fallido de una administración fallida”. Lo anterior, queda más que confirmado después de que a diferencia de la sección 38, donde pudiéramos decir que el origen de la dirigencia es prácticamente el mismo, en aquella sección mínimo montaron un teatro y a un año de gestión rindieron un mini informe de actividades, mientras que en la sección 35 ni para eso les alcanzó, ya que simple y sencillamente no había nada que presumir, ya que se sigue haciendo lo mismo que las administraciones pasadas, pero en versión chafa. Por cierto, a diferencia de Mora, Arturo Díaz prefirió entregar los vales en vez de las pantallas en físico, presuntamente, para evitar los señalamientos que ya algunos ganadores en los pasados eventos hicieron públicos al tratarse de pantallas descontinuadas, de dudosas marcas y hasta usadas, ya que traían registradas cuentas de Netflix, como en su momento lo señaló el personal de apoyo.
Entrando en temas de este nuevo año, el gremio magisterial se pregunta que se puede esperar de nuevo para la sección 35, desgraciadamente, la realidad supera la ficción y, para la base trabajadora no se espera ningún avance.
La forma de trabajar de Arturo Díaz y su grupito, más su familia feliz, ya ha quedado más que clara, ellos seguirán trabajando para unos cuantos y para beneficiarse, dejado la defensa de los derechos laborales y los principios sindicales de lado, privilegiando el tema partidista, que tanto daño le ha hecho al poder de gestión de la sección.
Otro aspecto importante es que la despersonalización del comité no solo se seguirá presentando, sino que ha transcendido que, para este año, se pretende por parte de Arturo Díaz y sus ideólogos llevar a cabo un pleno seccional para, literalmente, eliminar del comité a la gran mayoría de sus miembros, sustituyéndolos por personas a modo de la dirigencia seccional. Mucha gente conocedora de los reglamentos y estatutos del SNTE mencionan que un pleno seccional no bastaría para hacer cambios en la toma de nota o para expulsar a los miembros del comité, que, dicho sea de paso, son los que están comprometidos en la defensa de los derechos de los trabajadores y que están en contra de Díaz González. Veremos y diremos.
Antes de terminar este espacio, queremos enviar nuestro más sincero pésame a los familiares y amigos de Jorge Iván Martínez “el nalgón”, como le pusieron sus amados compañeros del grupo marrano, por su sensible fallecimiento. Desde aquí nuestras condolencias, deseándoles pronta resignación.
Hasta la próxima…