Pero, antes que nada, empezaremos con nuestra típica y tradicional adivinanza que, en esta ocasión, nos fue enviada por miembro del FSM ¿Quién es el personaje que hizo el berrinche de su vida cuando se filtró y viralizó una fotografía de él haciendo las compras en Tepito? Como siempre, le daremos unas pistas: Este personaje fue y le reclamo Arturo Díaz el hecho de que la que consideran de su gente, con la que compartió la fotografía, filtraran las imágenes y después les dieran tremenda friega en las redes sociales, a lo que Arturo solo se quedó callado, ya que esto evidencia que solo ya muy pocos se aguantan la imposición de Arturo en la cartera de cultura y recreación de este personaje. Si con todas estas pistas no sabe de quién estamos hablando, pregúntele al famosísimo Dimas el “Zamacona de la 35”; él filtró la fotografía.
Entrando en materia político sindical, mucha gente nos ha pedido que realicemos un análisis del primer año de la administración de Arturo Díaz al frente de la sección 35. Uno de los primeros grandes temas que vamos abordar, es la legitimidad, que, sin lugar a dudas, en este tema, como en otros, Arturo Díaz ha quedado no solo a deber, sino que ha sido totalmente desastroso su desempeño en este primer año.
En primer término, ya después de un año, podemos decir que Arturo Díaz no sabe el significado de legitimidad, ya que no ha hecho absolutamente nada para poder lograrla. En su momento, en este espacio hablamos que nos ha tocado ver a los últimos cinco secretarios generales de la sección 35 y, en la mayoría, unos más y otros menos, para el primer año de gestión gozaban de una alto índice de credibilidad, porque si bien llegaron por el sistema anterior de representación proporcional, estos tenían en claro que había que desarrollar conocimiento, habilidades y acciones, que los llevaran a ejecutar un plan de trabajo que les permitiera lograr el reconocimiento de la base trabajadora.
En este sentido, hay que recordar que Arturo Díaz ganó con él coyuntural 31 por ciento de la votación de la elección, en pocas palabras, el 69 por ciento no votó por él, y a estas fechas, sin lugar a dudas, no votaría por él ni el 5 por ciento de ese 31 con el que arrancó, porque Arturo lo primero que hizo al tomar protesta como secretario general fue traicionar a la mitad de la gente que lo había llevado a obtener ese raquítico, pero suficiente, 31 por ciento de votos. Posteriormente, prácticamente desconoció a los secretarios generales que aún estaban vigentes, desperdiciando la oportunidad de legitimarse, inclusive, con gente que no votó por él, que, dicho sea de paso, todas las fuerzas políticas se le pusieron de manera institucional a las órdenes, sin embargo, por su falta de capacidad y, sobre todo, sus grandes complejos, los desdeñó acusando y generalizando al 70 por ciento que votó en contra de él de corruptos.
Arturo Díaz no solo no ha hecho nada para lograr la legitimización, sino que cada vez más la base lo desconoce cómo su secretario general. Las pocas veces que acude a las delegaciones, lejos de sumar simpatías resta, ya que se la pasa balbuceando y vociferando a más no poder de sus enemigos imaginarios, lo que causa una pésima imagen en la base trabajadora, que luego-luego lo identifica como una persona que no tiene el más mínimo tamaño político para ser él representante del gremio.
Esta falta de legitimidad, también se traslada a los ámbitos oficiales de la educación y gobiernos, ya que tanto el SNTE nacional lo ve como un lastre lleno de necedades y poca inteligencia, sin contar con los gobiernos de los estados y municipios, que de “pen…diente” no lo bajan. Sin lugar a dudas, quisiéramos que la historia no fuera así, por bien del gremio, sobre todo cuando en este espacio y en este medio de comunicación, como lo comentamos arriba, hemos escrito por más 18 años del magisterio lagunero, sin embargo, la realidad supera la ficción.
La descomposición a estas alturas y la falta de legitimidad de Arturo Díaz y su administración, permanecerá y se acrecentará, por lo menos otros tres años más o hasta que el nacional decida. Tal vez, con nueva dirigencia nacional, decida apoyar a la base y enviar la tan anhelada, por la inmensa mayoría, Comisión Ejecutiva.
En el “tanteometro” de la semana, los miembros del comité se preguntan que estará pasando en el edificio de la sección 35, que los equipos de cómputo y las cosas de valor se desaparecen. En lo que va del año, se ha sabido, que ya van dos robos o, como dicen los enterados, auto robos, que se presentan en el edificio sindical. Por lo pronto, y con las ganas de no atender a la base, Arturo Díaz ya dio la instrucción que cerraran el edificio a las tres de la tarde, como si no hubiera maestros y secretarios generales que a contra turno necesitan realizar gestiones.
¡Hasta la próxima!