Es tan antigua como el cosmo la lucha entre el amor y el odio, entre el bien y el mal, en la actualidad esa lucha parece ganarla el odio y el mal, ambas potencias, el bien, el amor como el odio y el mal, están presentes en la naturaleza humana y afloran según la causa eficiente, interna o externa, que las actualiza.
Cada hombre, masculino o femenino, lleva sobre su espalda la constante y permanente responsabilidad de obrar por amor y por el bien u obrar por odio y por el mal. Solamente la persona humana tiene la capacidad, con su obrar, de impregnar la vida comunitaria de amor o de odio.
Hoy los crímenes de odio recorren el mundo y en México ya tiene muchos años sentando sus reales y al aparecer se han vuelto intocables sus autores, por lo que es un mal al que hay que poner mucha atención analizando sus repercusiones en la sociedad.
Se sabe que existe el crimen, lo siguiente es conceptuarlo; En lenguaje ordinario, un crimen es una acción indebida o reprensible, en general un delito grave como la acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien.
Las cuatro características del crimen son el acto, conducta o actividad prohibida; una conducta definida por la legislación federal, estatal o local; un acto cometido en violación de la legislación penal; y un acto punible con sanciones penales.
Qué motiva a cometer el crimen; El delincuente tiene una motivación para realizarlo, la víctima u objetivo es algo alcanzable, y falla el control social o escudo garante que protegería a la víctima u objetivo.
Es evidente que existe el odio pero qué és; El odio hace que las personas piensen que está bien usar la violencia. El odio es un sentimiento intenso de repulsa hacia alguien o algo que provoca el deseo de rechazar o eliminar aquello que genera disgusto; es decir, sentimiento de profunda antipatía, disgusto, aversión, El odio hace que la gente insulte y humille a otras personas. El odio anima a usar la violencia física o psicológica contra otras personas.
Luego un crimen de odio es un delito motivado por intolerancia, prejuicios o animadversión que niegan dignidad, y derechos personales y colectivos a aquellos que se estiman diferentes.
Ahora debemos prestar atención a la causa eficiente que alienta y promueve esos crímenes, los promotores de esos ataques tienen la audacia de tirar la piedra y esconder la mano, ocultarse bajo membretes de asociaciones y organismo para lanzar y promover todo el mal que pueden, menciono algunos ejemplos:
Contra el derecho natural a las creencias y religión atacan a los católicos sembrando su odio con las siguientes falsedades: “No existe un Ser Divino Supremo, omnisapiente y omniproveedor, distinto del universo, y Dios es idéntico a la naturaleza de las cosas y, por tanto, está sujeto a cambios. En efecto, Dios se produce en el hombre y en el mundo, y todas las cosas son Dios y tienen la sustancia misma de Dios, y Dios es una y la misma cosa con el mundo, y, por tanto, espíritu con materia, necesidad con libertad, el bien con el mal, la justicia con la injusticia”.
Otra falsedad; “La razón humana, sin referencia alguna a Dios, es el único árbitro de la verdad y la mentira, del bien y del mal; es ley en sí misma y suficiente, por su fuerza natural, para asegurar el bienestar de los hombres y de las naciones”.
La siguiente: “La fe de Cristo está en oposición a la razón humana y la revelación divina no sólo no es útil, sino que incluso es perjudicial para la perfección del hombre”.
Falsedades que los que odian al catolicismo divulgan sobre la ciencia y el conocimiento: “La Iglesia no sólo nunca debe juzgar la filosofía, sino que debe tolerar los errores de la filosofía, dejando que ella se corrija sola”; “Los decretos de la Sede Apostólica y de las congregaciones romanas impiden el verdadero progreso de la ciencia.
Sigue el odio contra los derechos de las personas e instituciones”: “La Iglesia no es una sociedad verdadera y perfecta, enteramente libre, ni está dotada de derechos propios y perpetuos, conferidos por su Divino Fundador; pero corresponde al poder civil definir cuáles son los derechos de la Iglesia y los límites dentro de los cuales puede ejercer esos derechos”; “La Iglesia no tiene el poder de definir dogmáticamente que la religión de la Iglesia Católica es la única religión verdadera”.
Su odio no se detiene;” La enseñanza de la Iglesia católica es hostil al bienestar y los intereses de la sociedad; La autoridad civil puede inmiscuirse en cuestiones relativas a la religión, a la moral y al gobierno espiritual: por tanto, puede juzgar las instrucciones dictadas para la orientación de las conciencias, conforme a su misión, por los pastores de la Iglesia. Además, tiene derecho a promulgar disposiciones relativas a la administración de los divinos sacramentos y a las disposiciones necesarias para recibirlos”.
Todos estos ataques y muchos otros de odio contra de los derechos de los creyentes católicos y sus instituciones son sembrados en las mentes de los habitantes por todos los medios de comunicación incluyendo al sistema de educación, presiones y amenazas de odio contra gobernantes y ciudadanos.
Sirvan los ejemplos anteriores para saber que los organismos como la ONU y sus filiales están a disposición de los perversos sembradores de odio y por lo tanto responsables de los crímenes de odio y de todo el mal que tiene atrapada a los mexicanos.