CALAVERAS AL RAS
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
Era la estrella en su mañanera; El más famoso en las encuestas.
Pero Otis, hizo que se cayera; y ahora no haya la puerta.
Obvio, me estoy refiriendo a AMLO; Un tipo muy obstinado y loco.
Era también muy intransigente y pendenciero.
Con gusto insaciable por el dinero.
De ser muy honrado, siempre presumía; Que ni 200 pesos se gastaba.
Como rey en un palacio vivía; Con ese cuento a todos engañaba.
Un tipo con obsesiones y complejos; Creía que en la historia trascendería.
Pero Otis, un día se atravesó; Su odio, como siempre lo traicionó.
Y fue tan fuerte su caída; Su corazón no soportó, se paró.
Como a miles de mexicanos ofendió; Nadie acudió al panteón, nadie lloró.
MIGUEL RIQUELME SOLÍS
Político muy curtido, eficaz y experimentado;
Miguel Riquelme Solís, un Gobernador aplicado.
Siguió siempre, como político, el librito;
Por eso desarrolló, un olfato finito.
Como operador electoral, no tenía igual;
Las elecciones ganó, a cualquier rival.
Fue muy reconocido, decían las encuestas;
De todas todas, entregó buenas cuentas.
Con firmeza, expulsó violencia y delincuencia;
Su gobierno fue, armonía y decencia.
Impulsó el desarrollo y el crecimiento;
Su mandato terminó, dejando buen simiento.
Riquelme fue buen carnal, lo digo; Agradecido y leal, con los amigos.
Pero lo bueno, siempre se acaba; En el panteón, cava y cava.
MANOLO JIMÉNEZ SALINAS
Era muy inquieto el muchacho; Siempre le interesó la política.
Siempre estuvo en sus venas; En el cielo, eso platica.
Muy pronto mostró sus dotes; Muy joven ganó una elección.
Pero estaba en su esencia; De Saltillo, ganar la Presidencia.
Con su carisma y sonrisa; Se fue ganando el cariño.
De la gente de Saltillo; Que lo veía como niño.
Era muy maduro y seguro; Él hizo un gran trabajo.
Comenzó a pensar en grande; No le costaba ningún trabajo.
Elevaré más la mira, pensó; Luedo llegar a ser Gobernador.
Y en esas andaba Manolo; Su sueño se le cumplió.
Todos estaban contentos y felices; Celebrando el triunfo, ¡Gran suceso!
Pero la fiesta pronto acabó; Manolo se atragantó y murió.
Y aquí termina la historia; De un político joven, prometedor.
Si no se hubiera muerto; Hubiera sido un gran Gobernador.
MIGUEL ÁNGEL “CHAFITO”, -perdón, “CHARRITO” -RAMÍREZ
La gente no lo creía, es más, ni se imaginaba;
Había ganado el “Charrito”, la Presidencia, ese día.
Muchos celebraron su triunfo, decían -se lo merecía-,
tantos años de gato de otros, “ahora viene la mía”.
Muy pronto enseñó el cobre, le cambiaron el apodo,
de ser el famoso “Charrito”, pasó a ser el “Chafito”.
Dicen que se volvió loquito, dicen que fueron sus complejos,
pero, estoy seguro, que le pegaba muy duro.
Como todo acomplejado, el -Changuito- perdón,
el “Chafito” no aguantó, y de un infarto murió.
Ya lo llevan al panteón, solo tres lo acompañan,
Juan, Raúl y “Rapiña”, sus maestros de las mañas.
No figurará en la historia, del sufrido Matamoros,
Hay alguien que lo mina, y se apellida Medina.
JORGE ALANÍS CANALES
Muy pocos personas tienen, 2as. oportunidades;
Una de ellas, Alanís Canales.
De la UAdeC, fue tesorero; Hace más de 20 años.
Por azares del destino, llegó; Otra vez al mismo cargo.
Más de veinte años pasaron; Pero ahora, llegó recargado.
En la primera vez lució; Pues traía muy buena racha.
En la segunda se hundió; Pues hizo cosas muy gachas.
Manejaba dinero a su antojo; Se volvió ratero y flojo.
Para robar a manos llenas; Inventó empresas, que nunca llenan.
Se daba vida de rey; Viajes, vinos y comidas caras.
Pero solo se hacía buey; Porque quería vernos la cara.
Imagen de empresario próspero, vendía; Pero las tranzas, lo tumbarían.
El cínico, ser Rector quería; Su fama, se lo impediría.
Pero su cuerpo no aguantó; Y de un infarto murió. Hoy descansa, el viejo flojo; Pagó cara su ambición.