Arrancamos… EL PENDULO MEXICANO.- La llamada teoría del Péndulo ha sido desarrollada, en cuanto a su aplicabilidad a la política económica y social mexicana, por los investigadores Wayne A. Cornelius y Ann L. Craig, de la Universidad de California, así como por el analista Tannenbaum. La idea central de esta teoría, es que la posición que ocupan los regímenes en la historia obedece a un movimiento pendular, cuyo impulso se lo otorga la combinación de fuerzas políticas y económicas que empujan el péndulo de la historia. Su finalidad, es ir realizando compensaciones a partir de los énfasis puestos en un régimen anterior y equilibrar el siguiente. La limitación de la teoría, como la de toda teoría, es su esquematismo, pero como toda teoría puede ser un auxiliar metodológico útil, pedagógico, matizando sus deducciones rígidas y confrontándola con otras interpretaciones. El esquema de Craig y Cornelius en el Maximato, aunque ellos le denominan Calles, debido a que, solo teniendo tres presidentes a sus órdenes, Plutarco Elías Calles pudo dominar el momento político; mientras vivió Álvaro Obregón, tuvo que transigir con el mandato obregonista y realizar a medias sus propósitos en la presidencia, generándose una especie de doble poder. Siguiendo la lógica del movimiento pendular que van llevando, agregué los óvalos que van de Calles a Porfirio Díaz y en lugar de Calles puse Maximato. Para indicar la posición hacia la izquierda, le llamaron "progresista" y, hacia la derecha, "conservador" , vocablos provenientes de la jerga del siglo XIX, importados de las pretensiones desarrollistas francesas. Un primer matiz que valdría la pena hacer es que la pareja Porfirio Díaz-Victoriano Huerta diferiría de la de Miguel Alemán-Carlos Salinas en grado de "conservadurismo", siendo más extremo el punto pendular en Porfirio Díaz-Victoriano Huerta, aunque en Miguel Alemán-Carlos Salinas reaparezcan signos porfiristas en cuanto a la idea de modernización, y en Salinas índices de marginación, pobreza y riqueza extremas tan delicados como en Díaz. Una diferencia dentro de la pareja Alemán-Salinas es que a Alemán le toca iniciar una etapa de desarrollo que ciertamente desembocará en la crisis agrícola del 65 y la crisis general de crecimiento hacia los setenta; a Salinas le tocará administrar las repercusiones de aquella crisis y las ocasionadas por el fracaso de la petrolización lópezportillista de la economía nacional, más la crisis generada por su sistema económico "neoliberal" o conservador, en el contexto de las modificaciones de políticas económicas del exterior. A su administración y a la de Miguel de la Madrid podrían denominársele salinato; en tanto que Salinas conduce la política económica delamadridista que desembocará en la que el propio Salinas ejecutará como presidente. José López Portillo está al centro, en tanto que el manejo de la petrolización le permitió tomar distancia de los grupos financieros mexicanos, se apoyó en una política seudopopulista, rompió con Anastasio Somoza y permitió que México fuera uno de los puentes de la revolución sandinista, además de que venía compensando el populismo consentido por Luis Echeverría; y en rigor, López Portillo tuvo un grupo a medias y permitió el juego de distintas facciones, entre la "vieja guardia" y la nueva generación de tecnócratas, de la que salió dominante la de De la Madrid-Salinas. En cierto sentido, el grupo de López Portillo tenía fuentes echeverristas además de las suyas, tal es el caso del profesor Carlos Hank González, echeverrista-López-portillista. El equipo de De la Madrid lo formaban los salinistas de la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP) y del Banco de México; es decir, Miguel de la Madrid tuvo equipo porque estaba Salinas y sus múltiples relaciones parcialmente heredadas de su padre. Quien tuvo un equipo mejor conformado, y lo ha mantenido, es Luis Echeverría, quien fue limitado hasta cierto punto por José López Portillo y severamente restringido con De la Madrid-Salinas (fue obligado a cerrar sus oficinas de San Jerónimo Lídice, donde mantenía el Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo); a pesar de ello insistió, resistente, en impulsar a su grupo junto con las huestes de López Portillo, fusión que, hacia el final del salinismo, resurgió. La coexistencia de salinistas y aparentes hankistas (en realidad echeverristas-lópezportillistas), le dio la base a Echeverría y a De la Madrid para levantar la voz durante el velatorio de Colosio. MI VERDAD.- Sigue funcionando el péndulo.