Me conozco lo suficiente, soy un animal racional, eso significa que estoy dotado de un cuerpo material y una alma espiritual, que es mi esencia y mi naturaleza, con facultades corporales y espirituales, mi compuesto es sustancialmente no accidental, materia y forma, es decir, que en esta vida no pueden vivir o existir una separado de la otro, que esa unión hace que se influyan y se afecten mutuamente y que me encamino a mi finalidad que es la felicidad subjetiva temporal y a la trascendencia objetiva que es la posesión del bien absoluto.

He descubierto mi vocación, mi camino en la vida está bien definido y bien trazado, gozo de la libertad relativa para escoger los mejores medios para realizarme plenamente y estoy consciente que ningún arte, oficio, carrera técnica o profesional que aprenda es superior a mi vocación, al contrario son instrumentos (medios) que me dan experiencia, habilidades y conocimientos para realizar prudencial y eficazmente las operaciones y acciones en favor mío y de la comunidad estatal, nacional y mundial para el cumplimiento cabal de la misión que tengo asignada.

La persona humana está hecha para obrar y hacer todo lo que esté a su alcances (vocación) para transformar sus circunstancias y ponerlas a tono con su finalidad para lo cual cuenta con facultades corporales y espirituales (racionalidad y voluntad) juntamente con otras pasiones que afectan su naturaleza racional y volitiva, ejemplo; las pasiones, las emociones, las fobias, los prejuicios y posibles patologías psicológicas, luego entiende claramente que necesito de guías que eviten que me desvíen de la finalidad, esas guías, faros, principios, reglas, cánones les llamamos: Convicciones. 

¿Qué son las convicciones?, del latín “convictĭo”, la convicción es el convencimiento que se tiene sobre algo. Quienes tienen una convicción poseen razones o creencias que les permiten sostener un determinado pensamiento, discurso o acción. Por ejemplo: “Obrar para hacer el bien y evitar el mal”; “Ser honesto de manera constante y permanente”; “No mentir nunca ni por necesidad”, etc.

Convicción: Seguridad que tiene una persona de la verdad o certeza de lo que piensa o siente; Convencimiento; Capacidad para convencer a los demás: era tal su poder de convicción, que acabé por prestarle mi coche; Convicciones Ideas religiosas, éticas o políticas en las que cree una persona y ordena su vida a ellas.

Las convicciones son las creencias a las que nos adherimos sin ninguna reserva mental y a la cual ajustamos todos nuestros pensamientos, palabras y obras.

Son millones de personas que no se guían por convicciones, luego son esclavos de sus fobias, prejuicios, traumas; Es vulnerable, se mueve por el impulso más fuerte; Lleva su vida a la mediocridad; Repudia lo permanente. Malogran su vida.

Se habla de convicciones temporales y permanentes, por las siguiente razones:

Las convicciones son nuestras guías en la vida e inician desde muy temprana edad, ya sea que las tengamos presente consciente o inconscientemente e inducen nuestros pensamientos, palabras y obras, existen convicciones temporales por cuestiones de edad y vida en comunidad, ejemplo: “Tendré novia hasta que conozca lo que es el noviazgo. Prepararse con todas las ganas para la primera comunión”.

Hay convicciones permanentes que se adquieren desde la edad más tierna y son para toda la vida, ejemplo: no mentir ni por necesidad, ser honesto bajo cualquiera circunstancia, cumplir las promesas que hice, haga o hiciera.

Finalmente debo recordar que todo lo que la persona humana aprende en lo práctico y en lo teórico, si no se ejercita se olvida y se atrofia.

En consideración a lo expuesto en el párrafo anterior es fundamental formar mi carácter a través de los hábitos operativos o virtudes cardinales de la Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza.

Carácter es mí segunda naturaleza que se apropia gracias a las convicciones y fuerza de voluntad, que a través de los hábitos operativos, actualizan las virtudes cardinales en su pensamiento, palabra y obra.

El carácter se adquiere y desarrolla más por operaciones que por acciones. Entendiendo por operación la  actividad inmanente que hago voluntaria, conscientemente y que el resultado (producto) queda en mi interior y para mi aprovechamiento: Ser prudente, justo, templado y con fortaleza.

Identificó a una persona de carácter por: Ser una persona de hábitos buenos; que se encamina a su autorrealización; perfeccionar cada día su naturaleza humana, es decir se humaniza cada día más; que no le falta ni le sobra algo; porque es una persona amable y un ciudadano real. Para vivir la excelencia, como mínimo, hay que dar los siguientes pasos: Conócete a ti mismo; descubrir tu vocación; adopta tus convicciones y finalmente forja tu carácter. Usted lector dice la última palabra.