Siempre hemos pensado que la mente nos engaña cuando quiere, en el momento que no quiere recodar algo del pasado.
Cuando vemos alguien en la calle y nos saluda una persona reaccionamos por inercia, contestamos con un sí, te recuerdo aunque sea una mentira, es obvio que intentamos reconocer el rostro, pero muchas veces nos falla la memoria.
La memoria nunca nos va a responder tan rápido como queremos, para decir si reconocemos a alguien, por eso hay que vivir sin depreciar cada momento de felicidad.
Talvez nos perjudica el no valorar el tiempo con nuestros seres querido, puede ser que no tenemos la paciencia de disfrutar con las personas que más amamos.
Yo deduzco que la niñez es la mejor etapa para recolectar momentos e imágenes, es por eso que se dice que es la memoria selectiva.
La memoria debe ser atesorada porque es un registro de imágenes de ayer y de hoy, uno debe de estar agradecido por las personas que conociste y llegaste a amar.