Pero, antes que nada, iniciaremos esta columna con nuestra típica y tradicional adivinanza. ¿En qué organización cobran hasta por usar el salón para reuniones sindicales? Como siempre, le daremos unas pistas: En esta organización han entendido al pie de la letra la forma de trabajar del actual secretario general de la sección 35, en donde al igual que en la política de la ley de Herodes, Varguitas, personaje principal de la película, cobra hasta por tener animales de granja y quiere aplicar el dicho de “la ley de Herodes: o te chingas o te jodes”, sin embargo, los maestros de una delegación lo jodieron, ya que le dijeron que si cooperaban con la limpieza del salón, con tal de que se realizara el cambio delegacional y después solo le dieron 100 pesos de los 500 que quería cobrar este Varguitas por instrucciones del secretario de la 35. Si con estas pistas no sabe de quién estamos hablando, pregúntele a los profes de Madero, ellos le sabrán decir quién es.
Entrando en temas sindicales, donde continúan mal y de malas, es en la administración sindical de profesor Arturo Díaz, es que la eficiencia y la buena comunicación con la base trabajadora no es su fuerte, al contrario, han sido tan duramente criticados prácticamente por todo, que ahora se les olvida hasta lo mínimo indispensable. En la semana de pascua, en un medio local se dio a conocer que el edificio sindical se encontraba cerrado y que, inclusive, se dejó entrever que por tiempo indefinido y que muy probablemente se cambiarán hasta de sede las oficinas, situación que empezó a generar preocupación entre la base del gremio, al pensarse miles de cosas por la noticia, hechos que después fueron medianamente aclarados, e, inclusive, no faltó el descerebrado miembro del comité, que acusó al medio de comunicación de falto de chayote y no sé qué tantas tonteras más. Lo que es una realidad, es que todo lo anterior no se hubiera dado si simplemente se hubiera colocado una manta donde explicaran que el motivo del cierre de las oficinas se realizaba por el cambio de la tubería en los baños. No cabe duda, que el culpable de que el barco de la administración se hunda o esté a la deriva es el capitán del barco, en este caso, Arturo Díaz, y, si en temas tan sencillos, no se tiene el control de lo que se hace o deja de hacer en la sección, es culpa nada más y exclusivamente de él.
En este mismo orden de ideas, ha trascendido que más de un titular del actual comité ha dado a conocer qué quieren abandonar el barco antes de que se hunda, ya que quieren renunciar. Esto no sería ninguna casualidad, porque como lo hemos mencionado nada del ingreso que tiene esta sección ha sido para apoyar a los miembros del comité para que realicen sus trámites de gestoría y trabajos propios de la cartera. Primero, porque ha quedado más que claro que en materia económica solo se están beneficiando unos cuantos y a manos llenas, que existen titulares de primera y otros de segunda. Los de primera son los que le siguen en todas sus ondeadas y alucines, al secretario general. Los de segunda son aquellos que, inclusive, tienen muy poco de conocerlo o fueron propuestos por los exiliados de ese grupo de los morenos, por eso Arturo Díaz, en vez de sumarlos lo ha marginado de la sección y solo los invita para la pura friega y no les da ni para un pan, menos para la gasolina.
Entrando en temas de las odiosas, fastidiosas e inquisidoras comparaciones, se ha empezado a ver cuál va a ser el festejo del día del niño, lo cual ha causado comparativos nada alentadores para Arturo Díaz, ya que este año pretenden hacer lo que han calificado como una fiesta de aniversario ejidal, donde hasta jueguitos y un espectáculo de húngaros, como en los ranchos, se pretende hacer y dejar fuera los otros típicos festejos, donde los niños tenían la oportunidad de ir a los cines de los principales centros comerciales de la ciudad, hacerse de un buen bolo y un artículo escolar, llámese mochila o cualquier otro. La realidad, según los datos, es que pretenden enchalecarse más de medio millón de pesos del monto total que se tiene presupuestado por este concepto con mucha anterioridad, realizando una “macuarrada”, en la cual no se van a gastar ni el 20 por ciento de lo contemplado.
Hasta la próxima…