POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.–
La escasez de agua en Torreón se ha generalizado en los últimos meses y promete agravarse antes de mejorar, pues el municipio torreonense y su organismo operador, el SIMAS, han demostrado con creces su incompetencia para resolver el problema del desabasto del vital líquido, que se encarece cada vez más debido al aumento de las temperaturas en la región, que ya han sobrepasado los 40 grados en abril.
Vecinos de todos los sectores han reportado el desabasto y se quejan de que pagan puntuales sus recibos, pero al abrir la llave tienen suerte si sale apenas un pequeño hilo de agua que no es suficiente para cubrir las necesidades de una familia promedio, principalmente, en lo que se refiere al uso del sanitario, el lavado de ropa y trastes, así como el aseo personal y del hogar.
En otros sectores, como el centro, se ha reportado que para poder recolectar agua suficiente para el día los colonos deben levantarse de madrugada, antes de las cinco de la mañana, e iniciar las labores de recolección de agua para cubrir las necesidades del hogar, debido a que poco después de las 10 de la mañana deja de salir agua, y tendrán suministro nuevamente hasta la madrugada del día siguiente.
La realidad es que la problemática se escasez será cada vez más grave, ante la falta de pozos que sustituyan a los que ya han agotado su capacidad de extracción, pues a pesar del anuncio del alcalde Román Alberto Cepeda de que se perforarían ocho nuevos pozos en dos etapas, pero hasta el momento no se tienen novedades al respecto, y solo se anunció que se estaban “realizando” las gestiones para la perforación de cuatro pozos en la primera etapa.
En un principio, la autoridad municipal negó que existiera falta de agua, como ya habían denunciado colonos de varios sectores que realizaron manifestaciones y bloqueos. Finalmente, la terca realidad pudo más y el alcalde tuvo que aceptar la falta de vital líquido, al reconocer la falta de presión se debe precisamente a que hay pozos que ya se han secado.
El problema es que, fuera de las declaraciones hechas por el alcalde, la realidad es que no existe un proyecto concreto para sustituir el suministro que se ha perdido, y ante las elevadas temperaturas que se presentan año con año que superan fácilmente los 40 grados, la demanda se dispara y será un problema social que se convertirá en un dolor de cabeza para el presidente municipal.
De acuerdo con el Sistema Municipal de Agua y Saneamiento (SIMAS), en total son 11 los pozos que ya están abatidos, sin capacidad de extracción, de un total de 91 que conforman la red que abastece al municipio de Torreón. De esos 11 pozos ya secos, la autoridad municipal tiene proyectado invertir 120 millones de pesos para integrar ochos pozos más a la red de distribución.
El problema es que soñar no cuesta nada, pero la realidad sí, pues el SIMAS está en números rojos, prácticamente en la quiebra, como lo ha reconocido la autoridad municipal, de forma tal que no se cuenta con los recursos suficientes para llevar a cabo una obra de tal envergadura y soportar el peso de la inversión, por tanto, seguramente esperarán a que el gobierno del estado salga al quite para llevar a cabo la mega obra. ¿Cuándo? Quién sabe.
Mientras tanto, las quejas por el desabasto se siguen acumulando, principalmente, en los sectores centro y poniente de la ciudad, donde los vecinos tienen que levantarse de madrugada para almacenar agua, misma que luego se corta a media mañana, a veces antes, y a veces no hay.
La situación se está volviendo cada vez más recurrente, y quienes no cuentan con tinaco, cisterna o algún otro método para recolectar agua viven verdaderos calvarios para cubrir sus necesidades más básicas. “Si no fuera porque instalamos un hidro no tendríamos ni gota de agua”, dice la señora Claudia, habitante de un sector residencial rumbo el oriente de la ciudad, lo que demuestra que el problema se ha venido generalizando. Le preocupa que viene la época de más calor, y no sabe si habrá suficiente agua para cubrir las necesidades de su hogar, en el que vive con su marido y tres hijos. Dice que tampoco le interesa la política, pero que paga su recibo puntual y quiere recibir el servicio por el que está pagando, “es responsabilidad del municipio, para eso se les paga, para que encuentren soluciones, no para que se sigan justificando y echándole la culpa a los que ya no están, mejor que se pongan a trabajar y a solucionar”.
