POR: REDACCIÓN
Ciudad Lerdo, Durango.–
Grande fue la sorpresa que se llevaron los usuarios del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lerdo (SAPAL), al descubrir un considerable incremento en el último recibo del agua, que pasó de los 186.5 pesos (tarifa de consumo mínimo) hasta los 220 pesos sin previo aviso. Lo más sorprendente, afirman usuarios consultados por esta casa editorial, es que la escasez del vital líquido ya es algo “normal” en la otrora Ciudad Jardín.
La falta de agua es una problemática que se ha generalizado no solo en el mencionado municipio duranguense, sino en toda la región lagunera debido a la sobreexplotación de los mantos acuíferos que ha tenido lugar durante décadas, situación que ha generado problemas como el hidroarsenicismo, y, ahora, que sea cada vez más difícil y costoso extraer el recurso hídrico del subsuelo.
Las quejas de la ciudadanía lerdense se han multiplicado durante las últimas semanas, y es sin duda el principal reclamo hacia la administración municipal que encabeza Homero Martínez Cabrera, quien aspira a reelegirse en la jornada electoral del próximo mes de junio, algo que no será nada sencillo teniendo en cuenta la triste realidad que enfrenta el municipio, donde es cada vez más común abrir la llave sin que caiga una gota de agua para lo más elemental.
TE COBRAN EL RECIBO
La señora Isabel hizo el coraje del día cuando un trabajador del SAPAL llegó a dejar el recibo por el servicio de agua potable correspondiente al mes de marzo. Regularmente, pagaba una cuota fija mensual de 186 pesos, pero para este mes el costo del servicio aumentó hasta los 220 pesos. Con todo y su coraje, acudió y pago a tiempo, pero no duda en afirmar en entrevista con Sin Censura: “te cobran el puro recibo, porque agua no hay, sale muy poquita y muchas veces de plano no hay nada”.
En el recibo que llegó a su casa en el mes de febrero se establece que su consumo fue de 16 metros cúbicos (m3), desglosado en dos conceptos: Extracción y conducción de agua, por el que el SAPAL le facturó 143.36 pesos, más otros 43 pesos por concepto de “uso de drenaje”. Para marzo, esos dos conceptos sufrieron un incremento sin previo aviso, y pasaron a 169.28 pesos y 50.78 pesos, respectivamente.
Debido a la falta de agua, la señora Isabel han tenido que modificar sus hábitos: “nada más puedes lavar una carga de ropa al día, porque si se acaba el agua del tinaco entonces sí estaría feo. También a veces no se llena el depósito del baño y hay que andar cargando agua con una tina para poder usar el sanitario, y a veces que quieres lavar los trastes abres la llave y sale puro aire, pero eso sí, el recibo te lo traen puntual y ahora hasta cobran más por un servicio que no dan”.
La señora Isabel se define a sí misma como apolítica, pues poco sabe del tema, pero como buena ciudadana siempre acude a votar, y sabe perfectamente que es ahí donde ella le va a pasar la factura a la actual administración, pues el alcalde Homero Martínez Cabrera busca reelegirse. “Ya quiero que venga Homero a pedir el voto, para mandarlo a la…”.
En un principio, el edil lerdense se empeñaba en negar a escasez, y afirmaba una y otra vez ante los medios de comunicación que, en su residencia, ubicada en el centro del municipio que “gobierna”, si había agua, por ello desdeñaba las exigencias de los ciudadanos que hace tres años le dieron la confianza.
Sin embargo, la terca realidad terminó por imponerse y, finalmente, el munícipe terminó por aceptar que la falta de agua ya es crítica, y obliga a muchos ciudadanos a levantarse de madrugada para poder almacenar agua para cosas tan básicas como bañarse o lavar la ropa. Desafortunadamente, no se avizora una solución en el corto plazo, pues la realidad es que no se trata de un problema que pueda solucionarse con dinero, simple y sencillamente el manto acuífero no da para más, y será difícil encontrar otro medio de suministro en tanto no se concrete la construcción de la potabilizadora que forma parte del programa Agua Saludable para la Laguna.
Mientras tanto, y como medida desesperada para calmar los ánimos ciudadanos, se creó una comisión integrada por regidores, funcionarios y ciudadanos afines al presidente municipal, para analizar posibles soluciones al a dicha problemática, aunque parece más una medida de relumbrón más que una verdadera solución. Por lo pronto, el descontento sigue creciendo entre los habitantes de este municipio, quienes externan su preocupación por que seguramente el problema se agravará durante los meses de más calor, y deberán seguir pagando por un servicio con el que pocas veces cuentan y ahora se ha encarecido.
