POR: SAMUEL CEPEDA TOVAR
http://enfoqueanaliticosct.blogspot.com
En un artículo pasado analicé brevemente los ingresos proyectados para el siguiente año por el gobierno federal; todo dentro del paquete económico 2022. Referí en esa ocasión que la cantidad de ingresos programada será mayor que el año pasado teniendo como contexto la pandemia y sus efectos de 2020-2021; por lo que se trataba de una buena señal aunado a las proyecciones de crecimiento señaladas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE); de ahí la importancia de revisar la eficiencia de programas sociales gubernamentales para evitar el despilfarro de recursos; porque más dinero recaudado no es sinónimo de malgastar; pues bien, la cámara de diputados ha aprobado ya en lo general el presupuesto de egresos de la federación 2022, es decir, la contraparte que faltaba a las finanzas gubernamentales anuales. El gasto será de siete billones 088 mil millones de pesos; sin embargo, de esta cantidad fijada comenzaron los recortes y el proyecto original sufrió modificaciones por la cantidad de ocho mil 038 millones de pesos; los sujetos castigados fueron el INE (cuatro mil 913 millones), la Suprema Corte de Justicia (65 millones), la Cámara de Diputados (125 millones) y el Consejo de la Judicatura Federal (dos mil 935 millones); estos recortes llevan, desde luego, una clara dedicatoria del gobierno morenista contra el INE por los choques constantes entre el gobierno y la autoridad electoral en casos como el de Félix Salgado Macedonio; por ello al INE le toca hoy el castigo de la 4T. Sin embargo, la reasignación de recursos no resulta ser para nada deleznable; pues la distribución quedaría de la siguiente manera: Secretaría de Agricultura (dos mil 700 millones), Secretaría del Bienestar (dos mil 457 millones), Salud (mil 580 millones), Relaciones Exteriores (560 millones), Secretaría del Trabajo (500 millones), Secretaría de Educación Pública (116 millones), y la Cámara de Senadores (125 millones de pesos). En lo personal, no me parecen un dislate las reasignaciones que se están proponiendo; si bien es cierto que el INE todos los años tiene trabajo, lo cierto es que cuando más recursos requiere es durante las elecciones intermedias y presidenciales; situación que no se presentará en 2022 por lo cual me parece apropiado reorientar recursos a carteras mucho más importantes y que no dejan de tener trascendencia nacional tales como lo son la educación, la salud, el campo mexicano y los programas sociales. Se trata, por lo tanto, de recortes pragmáticos, de reasignaciones presupuestales pertinentes y positivas; aunque los consejeros del INE opinen lo contrario, tal vez estos recortes los hagan sumarse a las políticas de austeridad y disminuyan en unos cuantos miles sus mega sueldos. Ahora sigue un debate interesante en donde serán discutidas mil 994 reservas en las cuales se deberá decidir cuánto dinero se destinará, por ejemplo, a municipios y universidades y no será tarea sencilla; pues las reservas son históricas, nunca se habían realizado tantas, pues tan solo el año pasado hubo mil 29, es decir, casi se duplicaron en este año y es esta la parte más importante que definirá el crecimiento de México en el segundo bienio de este sexenio.
