POR: ABEL ALCALÁ H.
Las peores injusticias se comenten por estructuras e instituciones gubernamentales o instituciones ligadas a su influencia que trocaron su esencia y naturaleza de servicio y ayuda para convertirse en inicuos instrumentos de hombres y mujeres que utilizan sus facultades y talentos en los puestos y cargos públicos para obtener privilegios a costa de oprimir a los demás.
Hasta el virus más pequeño tiene una estructura que le permita realizar sus operaciones para dañar a otros seres vivientes en los que se inhiere. Por lo cual es importante conocer más sobre lo que es una es estructura.
Una estructura es definida como el conjunto de los elementos importantes de un cuerpo, un edificio u otra cosa. Suele relacionarse con la armadura que sirve de soporte para ese determinado cuerpo, edificio, entre otros.
Normalmente las estructuras dan soporte a las instituciones, luego una institución es una creación o fundación de una cosa, especialmente un organismo de carácter benéfico, social o cultural, un organismo público o privado que ha sido fundado para desempeñar una determinada labor cultural, científica, política o social.
Se parte del supuesto que toda institución gubernamental y no gubernamental tienen como fin otorgar un bien o servicio para beneficio del pueblo, ambas se guían o deberían guiarse por el principio: Hacer el bien y evitar el mal.
La realidad en México muestra que tenemos muchas estructuras e instituciones perniciosas, y qué es pernicioso; El término latino perniciōsus llegó al castellano como pernicioso, un adjetivo que se refiere a aquello que puede provocar perjuicios y daños de importancia, lo pernicioso, por lo tanto, es perjudicial para alguien o algo.
Las estructuras sociales dan origen a las instituciones públicas y privadas, un ejemplo es: toda población requiere de nuevos nacimientos (estructura) y es la familia la institución natural para la procreación de la nueva población, otro ejemplo es que la población necesita estar sana (estructura) es el sector salud público o privado su institución.
La pregunta es por qué existen en México muchas instituciones públicas y privadas que las han convertido en un verdadero flagelo del pueblo; humillándolo, agraviándolo, despojándolo de sus bienes y tranquilidad y haciéndolo víctima de injusticias.
La respuesta al cuestionamiento anterior más creíble es que es multicausal y dentro de ellas encontramos que hay un vicio común en todas que es la avaricia.
Por avaricia se ha usado a la institución de educación pública y privada como instrumento para sembrar en las mentes de los mexicanos distorsiones de la historia nacional y de la realidad, vicios para restar libertad y volver anodinos y sobre todo mediocres a los mexicanos.
Es precisamente a través de la mediocridad que estos individuos han conseguido castrar, intimidar, manipular, enviciar y contener cualquiera intento de liberación del pueblo, para eso premian la mediocridad, siembran ideas mediocres que les invitan a vivir en la mediocridad y por eso cada día el pueblo es más dócil para recibir toda clase de abusos, vejaciones e injusticias.
De lo anterior tenemos muchos ejemplos: los bancos que abuzan a placer de los usuarios, los sistemas de salud públicos con tratos inhumanos a sus derechohabientes, los sistemas de justicia juntos con los cuerpos policiales que cometen atracos, los servidores públicos que se convierten verdugos de los ciudadanos, las empresas e industrias con productos de mala calidad y pésimo servicio, etc. El mediocre es el sujeto más vulnerable de un pueblo.
La solución es sacudirnos la mediocridad y demandar el trato, los bienes y servicios que nos merecemos, trabajar poniendo la mejor actitud y el esfuerzo más profesional en todas nuestras actividades, desacostumbrar a la familia, amigos, compañeros a tolerar, aceptar y vivir en la mediocridad. La esclavitud actual es aceptar y vivir en la mediocridad en todos los ámbitos de la sociedad. La vacuna contra la mediocridad es el amor a lo bien hecho y respeto por nuestro semejante.
