POR: REDACCIÓN
San Pedro, Coahuila.–
En un verdadero polvorín está convertida la Escuela de Bachilleres Agua Nueva, ubicada en el municipio de San Pedro, debido a distintos conflictos que se han presentado en el marco de la elección para renovar a los representantes del sindicato en esta institución de educación media superior.
En el proceso, que debía celebrarse el 24 de septiembre, se han presentado una serie de irregularidades que le pondrían los pelos de punta a cualquiera, pues lo mismo se han registrado intimidaciones con armas de fuego, que intentos de despido de gente que resulta incómoda para quienes pretenden mantener el poder a cualquier costo.
Lo anterior, ha provocado que la elección se encuentre en el limbo, debido a que aún no se sabe cuándo será emitida la convocatoria, pues el director, de nombre Aurelio Castro, argumentó que ante la presencia de los medios de comunicación no estaban las condiciones dadas para emitir la convocatoria, cuando no está dentro de sus facultades tomar esa decisión, sino que es una facultad exclusiva de los representes del sindicato saliente.
DE TODO, COMO EN BOTICA
La lista de situaciones irregulares dentro de la elección sindical en Agua Nuevo ha tenido de todo. Para empezar, el día en que se llevaría a cabo las votaciones, el comité electoral, representado por Víctor Ibarra, informó que la elección se suspendería, pues detectaron que una misma persona se encontraba inscrita en las dos planillas que buscaban la dirigencia sindical.
“Acto seguido –dice el texto del cual Sin Censura tiene copia-, los compañeros trabajadores cuestionaron el por qué si hay dos filtros de revisión, en ninguno de ellos se percataron de tal situación”. Sin embargo, los integrantes del sindicato hicieron constar al comité electoral que, ni la convocatoria ni el estatuto universitario contemplan dicha situación como un causal para cancelar la elección.
Los ánimos empezaron a caldearse cuando en la puerta de la dirección se publicó el escrito donde se daba a conocer la cancelación de la elección. Sin embargo, el documento contaba solo con la firma de la representante de la planilla “Unidos trabajamos”, Gabriela Castro Escobar, así como de Víctor Ibarra, representante del comité electoral; y el delegado de la institución, Gerardo Castro Escobar (hermano del director), sin tomar en consideración al representante de la planilla “Verde”, Iván Eduardo Durán Chávez.
Al respecto, Miguel Ángel Ruiz Valenzuela, el docente que aparecía en ambas planillas, afirmó que en un principio aceptó participar en la planilla “Unidos trabajamos”, pero que luego recibió también la invitación por parte de la planilla “Verde” y cambió de opinión. “Decidí mejor participar allá, entregándoles mi firma y papeles; yo a ellos, “Unidos trabajamos”, no les compartí ningún documento, razón por la que desconozco estar en alguna otra planilla que no sea la “Verde”, y demandaré por la vía penal porque de estar en otra planilla es porque se falsificó mi firma”.
Lo anterior, plantea una cuestión más: si la planilla “Unidos trabajamos” no tenía en su poder ni los documentos ni la firma del profesor Ruiz Valenzuela, entonces, ¿Por qué se le otorgó el registro? Por lo anterior, la base sindical exigió que la elección no se cancelara y se llevara a cabo en la forma de un plebiscito, cancelando el registro de la planilla “Unidos trabajamos, que con dolo realizó actos poco éticos y además ilegales”.
Ante el revuelo que se generó entre la base sindical todo lo anteriormente narrado, se le exigió al representante del comité electoral, Víctor Ibarra, que mostrara el registro de la planilla “Unidos trabajamos”, y al hacerlo, quedó en evidencia que el profesor Ruiz Valenzuela nunca firmó el documento, ni tampoco otro profesor de nombre Obed López Castillo, lo que confirma que se les recibió la papelería sin estar completa, “acentuando que hubo delito”, establece el documento entregado a esta casa editorial.
El polvorín en que se convirtió la preparatoria sampetrina obligó a que se presentara en la institución la secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la UA de C (STUAC), Aracely Rodríguez Guerrero, quien luego de escuchar todas las irregularidades que se presentaron en el registro de las planillas y el día de la elección, solo atinó a decir que procedía la cancelación del proceso electoral y la emisión de una nueva convocatoria.
“Mientras se desarrollaba lo anteriormente relatado, un carro con gente presuntamente armada entraba y salía de la institución, situación que alertó a la base sindical y fue la razón por la que se invitó a los medios locales a cubrir lo que estaba ocurriendo; un periódico local estuvo presente, adquiriendo evidencia de forma gráfica y con audio todo lo que sucedió. Al finalizar la plática con la secretaria general, la prensa escrita que cubrió todo lo acontecido, solicitó a la base sindical una fotografía para ponerla en su periódico, así como otros medios digitales que llegaron al lugar. Uno de estos últimos, publicó una nota que le hicieron llegar a la secretaria general, lo cual volvió a desatar su molestia cancelando de manera definitiva la emisión de la convocatoria.
“Esta última acción de su parte, evidencia la manera tan prepotente e infantil de dirigir el STUAC, pues no vino a resolver nada, más bien a seguir intrincando un proceso de elección que debiera hacerse de manera legal, como ella misma lo mencionó, al servicio de todos los agremiados y no solo para el beneficio de unos cuantos. Es inadmisible que por el solo hecho de que se molestó por la presencia de la prensa vuelva a suspender una elección que desde hace seis años no se realiza. Con esas acciones manifiesta no la autoridad, sino el autoritarismo de su administración”, concluye el documento.
