Matamoros, Coahuila.-
Mientras que Horacio (ra) Piña se fue de merecidas vacaciones al tener en orden todo el municipio (sarcasmo), en la sesión de cabildo ordinaria celebrada la semana pasada, los regidores priístas y morenistas le aprobaron por mayoría el informe financiero del mes de julio.
Únicamente dos regidoras estuvieron en contra, aunque en esta ocasión no especificaron ni razonaron el motivo de su voto, así es que el Caguamas dejó en buenas manos el análisis y aprobación de sus finanzas.
Como lo comentamos en la edición pasada, en lo que resta del presente año y administración, las obras públicas se reducen a casi nada, solo las programadas e inconclusas, destacando las obras pero de teatro, donde se brinda a la ciudadanía puro circo, maroma y teatro.
El talón de Aquiles de todas las administraciones ha sido el tema del pavimento, por eso la calzada Cristóbal Díaz, es el gran reto que ningún presidente ha enfrentado, es que luego se termina la minita de oro y después de echar caliche o tierra, podrán rendir cuentas de que se aplicaron millones de pesos en su mejora.
Lo mismo o algo parecido se presenta en las canchas de las Vegas de Marrugo, área que no ha sido atendida después del año 2018, cuando el entonces alcalde Juan Carlos Ayup, invirtió un millón de pesos en su rehabilitación.
Fue precisamente ahí, donde se llevó a cabo la ceremonia de entrega de la presea “Ciudadano Distinguido”, en el marco de un aniversario más en que Matamoros celebra el rango de ciudad.
Desde entonces, las famosas Vegas de Marrugo, únicamente han servido como estanque de aguas negras y a la fecha se aprecia muy verde, todo porque el líquido proveniente del drenaje sirve como abono para que la maleza e insectos tengan un excelente lugar para desarrollarse.
Trátese de la autoridad que sea, dentro de sus planes de trabajo se ofrece el circo, maroma y teatro, a la ciudadanía hay que mantenerla ocupada y entretenida con estas obritas, aunque la aceptación es mínima pero representa jugosas ganancias a la administración, al abultar las facturas y presupuestos.
De otra manera, de dónde saldría el “moche” para mantener alegres y contentos a los regidores que le autorizan todas sus propuestas?
Acuérdense que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata.