POR: ABEL ALCALÁ H.
Salvo personas llenas de vicios, prejuicios y enfermedades mentales, difícilmente encontraríamos a personas que no desean hacer votos por la prosperidad de torreón.
Hacer votos significa que hay un gran deseo en cada uno de los habitantes de esta ciudad, desde el niño más pequeño hasta la personas de mayor edad, por hacer votos por el desarrollo y progreso del municipio.
Veamos los diversos conceptos que hay del voto: “El voto es el acto por el cual un individuo expresa apoyo o preferencia por cierta moción, propuesta, candidato, o selección de candidatos durante una votación, de forma secreta o pública.1 Es, por tanto, un método de toma de decisiones en el que un grupo, tal como una junta o un electorado, trata de medir su opinión conjunta .2 El voto es parte esencial en todos y cada uno de los sistemas de gobierno que se basan en la democracia y tienen que ser especializados con recolecta de votos y firmas de la familia del que se lanza a la elección. Gracias a este, se pueden tomar decisiones importantes de manera equitativa y haciendo valer el punto de vista de cada persona”. Wikipedia.
Algo parecido al votos es la encuesta; técnica que se lleva a cabo mediante la aplicación de un cuestionario a una muestra de personas. Las encuestas proporcionan información sobre las opiniones, actitudes y comportamientos de los ciudadanos.
La consulta es mecanismo de participación ciudadana que sirve para votar en torno a temas de trascendencia nacional, estatal y municipal
Haciendo un ejercicio social basado en el sentido común y la lógica natural, es decir, si encuesta ni consulta, sobre los deseos, anhelos, sueños de los torreonenses para vivir dignamente en la ciudad, lo más seguro es que se obtendría resultados muy semejantes a los siguientes.
La inmensa mayoría de los ciudadanos estará a favor de vivir en un municipio seguro, ordenado, con respeto total a la ley y al estado de derecho, con abasto suficientes de agua en cantidad y calidad.
De igual manera estarían por una ciudad ecológica, bien pavimentada, con excelente alumbrado público y limpia.
Todos a favor de disfrutar de eventos culturales, académicos, deportivos y de suficientes áreas públicas de esparcimientos familiar.
Total respaldo a la formación de verdaderos servidores públicos en todas las áreas y dependencia del gobierno municipal en especial en las direcciones de policía y vialidad.
Por un torreón con la infraestructura integral para el hospedaje industrial, con leyes y reglamentos municipales que favorezcan la rápida tramitología para la inversión, creación e instalación de empresas e industrias que vengan a generar oportunidad de trabajo para todos los niveles profesionales y técnicos.
A favor de una ciudad bella que atraiga turismo regional, nacional e internacional, que sea orgullo de sus habitantes y promotora de la cordialidad, la solidaridad, patriotismo y de la vida buena.
Seguro habrá otros muchos aspectos buenos que son deseables para Torreón y que debe ser incluidos en el ejercicio social de detectar los anhelos de sus habitantes.
Me adelanto a sus observaciones y preveo que la crítica es que lo anteriormente mencionado en el inventario de bondades es como una carta a Santa Claus.
La pregunta es: cuántos del cien por ciento de los habitantes de Torreón estamos dispuestos a trabajar habitualmente por lograr esas metas, de la respuesta que se obtenga será como veamos a la ciudad los próximos años.
Hasta ahora el principal obstáculo para lograr un Torreón digno para vivir es la división que hay entre los torreonenses, que da como resultado que cada quién jale para sus intereses y en vez de un solo Torreón nos encontremos con muchos torreoncitos.
Sólo personas llenas de vicios, prejuicios y enfermedades mentales buscan el divisionismo, la confrontación y el odio entre los torreonenses, seguirlos en cavar nuestra propia tumba. Usted con su voto decide el futuro de su familia y de la ciudad.
