CIUDADANOS ENCABRONADOS POR ABUSOS E INFRACCIONES
Ante las innumerables quejas de los ciudadanos, por las abusivos mordidas que les propinan los tránsitos por toda la ciudad de Torreón y que dicho sea de paso, nada cambió con la salida del loquito, Pedro Luis Bernal y la llegada de otro más inútil y burdo para saquear a los automovilistas, cuando había presumido de su preparación para el cargo, de los cursos que, según él, estaba impartiendo a los elementos de la corporación, del discurso sobre mística de servicio, sobre su papel como preventivos, más que sableadores y todo ese rollo hueco e hipócrita, cuando sabemos que, esté (Peje)Zermeño, o esté Sergio Lara o Juan de las Cuerdas, el objetivo ha sido siempre asaltar en despoblado a los sufridos automovilistas. Porque no se le puede llamar de otra manera a la forma en que los elementos de tránsito, esperan detrás de los árboles o de cualquier otro escondrijo, para no ser vistos por los conductores, y salir de vampirazo para atravesarse, literalmente frente al vehículo para pararlos sin pretexto alguno, y, ya detenidos, inventan cualquier violación al reglamento para llegar a un arreglo o levantar la infracción. Ah, porque. el show que armaron, grabando a supuestos automovilistas in fraganti, queriendo darles mordida y, por ese motivo, según ellos, eran detenidos y llevados a la ergástula municipal, por el delito de soborno, ni ellos se lo creyeron. Y es que, de verdad, es agobiante la cantidad de tránsitos parapetados, hasta de tres, cuatro y hasta cinco, en menos de dos cuadras (por ejemplo, en el tramo de una cuadra antes de llegar al Hospital del Club de Leones, hasta la calle Mariano López, en pleno mediodía).
Ah, pero el presidente interino, Sergio Lara, niega rotundamente las quejas ciudadanas y dice que eso ya no sucede actualmente.
Esta misma historia hemos venido escuchando desde que Jorge (peje)Zermeño regresó por sus fueros a Torreón, rodeado de una pléyade de ancianos sedientos de dinero. Y en este tiempo no ha cambiado nada. Siguen los contratos a modo para las empresas de su hijo y los hijos de sus colaboradores.
Ahora, el alcalde interino, Sergio Lara, lo único que está haciendo, es negar los señalamientos y la críticas, sin que cambie ni un ápice, el desplumadero a los ciudadanos, ya sea por las mordidas de los tránsitos o de los inspectores de Alcoholes, de protección civil y de una cauda de parásitos que viven a costa de la ciudadanía.
He comentado varias veces, que, en mi larga experiencia política, como analista y periodista, jamás había visto a una administración tan rapaz y cínica como la que ha encabezado Jorge (Peje)Zermeño, a veinte años de su primera incursión a la Presidencia de Torreón.
Esta desastrosa gestión, hubiera sido suficiente para que, ni siquiera intentara postularse a la diputación, pero es más la ambición que la dignidad.
Una pésima lección está heredando a sus pequeños hijos, pues los está poniendo en la línea de la estigmatización, pues serán recriminados, como los hijos de una vividor de la Política, que pudo llenarse de gloria, después de su fulgurante carrera como diputado, senador y embajador de México en España, hasta llegar a un político corriente y oportunista, que aprovechó sus últimos cargos para amasar una fortuna para asegurar su vejez y el futuro de sus pequeños hijos.
Lamentablemente, muy lamentable, la forma en que está terminando su paso por la política.
Como lamentable, es el papel que está haciendo Sergio Lara, como Alcalde interino, como tapadera de todos los excesos, abusos, mentiras y justificaciones, en torno a su triste papel. Lara, va a pasar a la historia de Torreón, como lo que siempre fue, como Secretario del Ayuntamiento con (Peje)Zermeño, un lacayo de su jefe, el bufón que sale a dar la cara para justificar los deslices, los yerros y necedades de su patrón. Que, por cierto, dudo mucho que gane la diputación, por el pésimo desempeño que tuvo en su gestión, que tiene a los torreonenses, al borde de un ataque de ira.
Como dice Renato Leduc en su poema, “Sabia virtud, de conocer el tiempo... y desatarse a tiempo...”
La vida siempre nos da varias oportunidades; de esas, transitar por las mejores, pero no forzarla demasiado, y creo, que (Peje)Zermeño, no lo ha entendido.
Hay grandes hombres que trascienden más allá de su época (como lo hará Porfirio Muñoz Ledo, con lucidez, energía y coraje), pero son garbanzos de a libra.
