Matamoros, Coahuila.
Horacio “Caguamas” (ra) Piña, como lo quiera identificar, tal parece que no se ha dado cuenta de que es el alcalde de Matamoros; un día sí, otro también, por méritos propios, se ha ganado a pulso y sin estudiar una maestría o recibir el título de Doctor Honoris Causa, la presea de “Peor Presidente Municipal”.
Aun cuando no ha solicitado ayuda y en caso de hacerlo no se encuentra la manera, Lacho (ra) Piña Ávila, le ponemos el segundo apellido para que no se confunda con el de su progenitor que es toda una leyenda internacional del béisbol, cada día que pasa ve más de cerca la luz del túnel, la llama de su veladora política se acerca al final, le quedan algo así como nueve meses y medio para que termine su pesadilla y la de los matamorenses.
Bueno que salió este quiropráctico para el dinero, su voracidad no tiene límite, aun cuando en sus recorridos para barrer calles queriéndose curar en salud social, se toma fotos con gente de la tercera edad, algo así para aparentar que es de buen corazón y poner cara de “píchame un pan”.
Hace unos días, uno de sus colaboradores que tenía trabajando como coordinador de Protección Civil, me refiero a Jesús Rojas, el “caguamas” lo dio de baja y sin tocar baranda, sin dejarlo dar una explicación porque la orden llegó directamente de la llamada primera dama, la que administra las caguamas de Lacho.
Pues les cuento, resulta que Rojas tenía sus oficinas en un anexo al departamento de bomberos, donde su titular conocido como el “comandante Pili”, cuya esposa es familiar de Irma, se liaron a golpes porque se estaban perdiendo objetos de valor en el edificio de los tragahumo.
Como se enojaron las comadres y se dijeron sus verdades, Rojas y la Pili a las agresiones verbales convertidas en acusaciones, le subieron el tono y se acusaron mutuamente de que eran ladrones de cuello blanco, al referirse a la desaparición misteriosa de una camioneta-pipa que en la administración de Juan Carlos Ayup, había donado una empresa gasera.
Para no hacerles el cuento tan largo, a moco tendido la Pili fue con su parienta y le dio la queja, la respuesta no se dejó esperar y Lacho caguamas ordenó la baja inmediata de Rojas, sin darle oportunidad de una explicación, mucho menos enviarlo a disposición de Contraloría Municipal como lo hizo con su carga celular César Cepeda, aquel que golpeó a un parroquiano afuera de las oficinas de recaudación de rentas.
Ya que andamos con el Ejotito, resulta que éste adquirió varias hectáreas a un costado de la carretera a Baracaldo, donde ya tiene caballerizas y cuacos pura sangre, ahora le dio por construir un lienzo charro exclusivo para que su hija realice ahí sus faenas e invite al grupo de amazonas, la inversión, dicen los allegados a (ra) Piña, es de varios cientos de miles de pesos.
Con tamañas uñitas se encuentra Lacho (ra) Piña y su grupo de regidores secuaces entre los que se encuentran los del PRI, que todo le aprueban a cambio de recibir, religiosamente mes tras mes, sus veinte mil pesitos; resulta, le están moviendo para que se agilice la operatividad de los parquímetros, donde la inversión será de un millón y medio de pesos, pero que, mensualmente, les va a redituar algo así como 460 mil devaluados pesitos, porque además abrirán el departamento más solicitado que regenteará el primo Beto (ra) Piña: parquímetros.
Matamoros, tanto en área urbana como rural, se ha convertido en tierra de nadie, no hay ley que se haga respetar y el saqueo de las arcas está a la orden del día, de cuatro a cinco robos se registran a diario y las corporaciones policíacas se han mostrado incapaces de enfrentar a dos que tres ladronzuelos que sentaron sus reales en complicidad con la policía.
La semana pasada detuvieron a un raterillo barato, un poquitero y oportunista que tuvo la desgracia de encontrar a su paso una bolsa con herramienta. La policía, rauda y veloz, inmediatamente envió a medios de comunicación, cosa que ya no hacían, un comunicado en el que ponen al presunto delincuente como el jefe de una peligrosa banda de ladrones que tiene asoleados a todas las colonias y ejidos del municipio, o sea, encontraron su chivo expiatorio y ya justificaron la captura de un tipo más peligroso que el Chapo Guzmán.
La última hazaña de caguamas es que intentó registrarse como pre candidato a alcalde por el Partido Verde Ecologista de México, pero le salió el tiro por la culata, pues tan pronto a través de redes sociales se dio a conocer la noticia, la dirigencia desde la capital del país echó atrás los filderes, buscando mejor otra garrita que no estuviera tan peloteada.
Como decía el finadito Fidencio Treviño: de ese pelo están las cosas en Matamoros.
