Matamoros, Coahuila.-
Para variar, el alcalde pantano Horacio (ra) Piña Ávila, continúa haciendo el ridículo y no solo por méritos propios, sino que sus más grandes allegados no se quieren quedar atrás y le dan su “puchón” para que mantenga ese ritmo que emprendió desde que regresó de la frontera norte, allá por las Tijuanas, donde trabajaba de taxista para mantenerse y luego, ya en Monterrey, continuar sus estudios de huesero y seguir con su pesadilla como presidente municipal.
Y vamos por partes, dijo “Jack el destripador”: César Cepeda, un ex policía que hacía sus triquiñuelas como GATE, es rescatado por (Ra) Piña y lo ingresa a la nómina como su escolta personal, no obstante que lo corrieron por no haber pasado ni aprobado los filtros de control y confianza a los que someten a todos los genízaros de cualquier corporación policíaca.
Pasa el tiempo y Lacho caguamas lo asciende en nómina como su asistente y dama de compañía para seguir haciendo de las suyas, le da control para que tome decisiones en la DSPM, ahí donde supuestamente manda el comandante Pegaso o el “Cachas”, para sus cuates, quien también es monigote del regidor Luis (pende) Jasso Montes.
A decir de regidores independientes, Cepeda es el brazo armado de (ra) Piña, se encarga de realizar el trabajo sucio, incluso, dicen que es uno de los autores intelectuales del “levantón” que el año pasado le dieron al edil Gonzalo Barrios, que se convirtió en la piedra en el zapato de caguamas, aunque la respectiva denuncia duerme el sueño de los justos en la Fiscalía que dirige el zurdo Gerardo Márquez.
El lunes 22 de febrero, a eso de las 11:30 horas, Cepeda acudió a la Recaudación de Rentas a realizar un trámite de índole personal, ya cuando lo atendieron, le faltaba un documento y fue a su carro para recogerlo y cuando regresaba para terminar su gestoría, escuchó que un parroquiano que esperaba entrar, de esos que están en contra de todo y a favor de nada, le gritó que se formara y le agregó algunas otras palabras a su florido léxico.
Cepeda, en ese instante, se detuvo en el acceso y le dijo al portero, palabras más palabras menos “detenme la carpeta para arreglar a este compa”, para acto seguido arremeter a golpes en contra del susodicho e iniciar la gresca a patadas, pellizcos y mordidas, hasta que de rato intervinieron los contribuyentes, llega la policía y meten al bote al parroquiano, no así a Cepeda porque es el que hace y deshace en la policía.
Al tipo, lo atendieron y le suturaron la cabeza porque al caer se abrió una herida con el filo de la banqueta; para salir, le cobraron mil pesos de multa y 300 más por las curaciones. Esta noticia, al darse a conocer en las redes sociales, causó comentarios negativos en contra de Lacho caguamas, quien mandó a su esposa para que regresara los mil 300 pesos al sujeto y ahí quedara todo.
El alcalde pantano se quiso curar en salud y en un portal de Facebook declaró que se le daría vista a la Contraloría Municipal, para que hiciera la investigación y determinar la sanción respectiva, que no iba a permitir arbitrariedades y nadie por encima de la ley.
El enviarlo a la Contraloría, eso y nada es lo mismo, porque acuérdense que ahí se encuentran en “investigación”, varios ex jefes de departamento acusados de acoso sexual, como lo fue un Oficial Mayor y el otro amigote de caguamas que estaba en Parques y Jardines.
Nuevamente el regidor Gonzalo Barrios, hizo declaraciones en el sentido de que exigiría la baja de César Cepeda, su actuar, aun cuando supuestamente estaba de permiso, debe de ser ejemplo de buen comportamiento para la Administración Municipal. Esperaremos a ver qué sucede en la próxima sesión de cabildo, donde seguramente se volverán a tomar de la greña (ra) Piña y la regidora Lizeth Inungaray.
Por cierto, cambiando un poco de tema, pero en el mismo desorden que encabeza Lacho caguamas, resulta que éste, al ver que cayó la coalición PT, Morena y UDC, donde llevaba mano, decidió, como todo buen chapulín, cambiarse de partido y ahora le cerró el ojo al Verde Ecologista, incluso, en redes sociales publicó una fotografía acompañado de Cuco Sandoval, en la que se anuncia algunas sorpresas.
Recordemos que Lacho no deja de saltar, primero inició en las filas del Partido Campesino Popular, luego se volvió independiente, se metió al Partido Encuentro Social donde hizo alianza con Morena y así llegar a la presidencia, pero como el PES perdió el registro, se afilió al Partido del Trabajo y ahora que cayó la coalición, se fue al Verde Ecologista de México.
Para cerrar con broche de oro, hace unos días fue inaugurado, sin permiso respectivo, un restaurante bar llamado Don Crudelio, al parecer propiedad del ex director de una facultad de la UA de C. Pues resulta que el primo incómodo, o sea Beto (ra) Piña, buscó por todos los medios de que fuera clausurado a como diera lugar, sin dar la cara porque sabía entre las patas de quién se estaba metiendo.
Se hizo un alboroto y en redes sociales se manejó que había sido clausurado, lo cual no fue así; lo cierto, es que Beto (ra) Piña y su compinche el regidor Luis (pende) Jasso Montes, se quisieron curar en salud y al verse descubiertos por el dueño, de que ellos anduvieron promoviendo el cierre, ahora gestionaban echarle la mano.
Esta historia continuará...
