LA IMPOSTURA Y LA NECEDAD DE AMLO
No hay riqueza ni poder suficiente para salir
del sino trágico; no hay murallas ni custodios
que puedan atajar la Peste cuando esta decide
colarse sin invitación al castillo. Edgar Allan Poe.
Para quienes pensaban, que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador iba a salir -según sus voceros-, de su contagio de COVID19- con un cambio de actitud y con ánimo de cambiar su narrativa y el rumbo que adoptó desde que comenzó su Gobierno, simplemente, se quedaron con esa ilusión.
La semana pasada, AMLO, por fin apareció después de una semana de confinamiento, pero su discurso no cambió ni un ápice. Volvió recargado y con su cantaleta, de que vamos muy bien en el combate a la pandemia, cuando el viernes 29, se rompieron todos los récords de infecciones y defunciones, colocándonos en el país con más muertes por cada 100 mil habitantes y con cifras muy altas de nuevos contagios.
Festejó lo bien que iba la economía, cuando, ese mismo día, los medios nacionales e internacionales, destacaron la peor caída del Producto Interno Bruto (PIB), desde la gran recesión de 1930, con 9% y que el proceso de vacunación iba viento en popa y se cumpliría con el calendario establecido, cuando ya se había anunciado que Pfizer no entregaría vacunas, hasta, por lo menos un mes y los organismos internacionales, habían dado a conocer, que México no había hecho ningún contrato con la farmacéutica y que ésta, habría proporcionado, de manera gratuita para completar sus ensayos, cierta cantidad de dosis a nuestro país y que se conoció que el Gobierno de AMLO, iba a recurrir a la vacuna rusa, a la inglesa, a la de Aztra Séneca y a la china para inocular a los mexicanos. Lo primero que se me vino a la mente, fue, que López no cambiará nunca y menos aceptará, que ha tomado caminos equivocados en todas las áreas de su gestión.
Me convencí aún más, de que es un mentiroso contumaz, un tipo obcecado, y frívolo, que no le importan los mexicanos, que su prioridad es él y su proyecto que lo conducirá a un sitio privilegiado de la historia.
López, ha puesto su proyecto político por encima de los intereses de la nación, por lo que no tiene ningún interés de corregir el rumbo, ni del manejo de la pandemia, ni del manejo de la política ni de la economía.
El mundo maravilloso en que vive el Presidente, le sobra y basta para satisfacer su ego y sus instintos autoritarios.
A AMLO, lo que más le preocupa en estos momentos, es la elección de Junio, de la que pretende que su pseudo partido, Morena, repita la hazaña de 2018. Cosa que parece imposible, dadas las experiencias que ha tenido después de que asumió el poder, por el batidillo que hay en el seno del partido en el poder, donde las ambiciones, las ansias de poder, sobrepasan los límites de lo que AMLO hubiera querido que fuera el engendro que creó, exclusivamente para llegar al poder (un ejemplo del desorden, de las venganzas y de las ambiciones de poder, es que, a diferencia de todos los demás partidos nacionales que ya han elegido a sus candidatos a casi todos los cargos de elección; en Morena hay varios casos, como el de Guerrero, donde Macedonio, todavía está enfrentando un juicio por violación; en Coahuila, no han elegido a los candidatos a la mayor parte de las alcaldías, porque no se definido el método de elección, donde, solo en Torreón, hay tres aspirantes a la alcaldía, y así por el estilo).
López lo sabe y hará todo lo posible -como ya lo está haciendo-, al retar al Instituto Nacional Electoral (INE), de no obedecer la decisión de este órgano colegiado, de suspender sus mañaneras, integrando a los “Servidores de la Nación” a las brigadas de vacunación, entre otras estratagemas más, de lo que es un experto.
La vida de los mexicanos, el destino del país, pende de un hilo muy fino, tan delgado, que, con cualquier movimiento, se puede romper.
Por eso, la importancia de que la mayoría de los mexicanos, tomemos en cuenta lo que está en juego, en las elecciones de Junio de este año. Esto es muy importante, porque si el Presidente logra mantener su mayoría en la Cámara de diputados, a los dos años perdidos, se sumarán, casi cuatro más, si el año entrante no decidimos que se separe del cargo.
Si se logra el primer objetivo, es un hecho que, AMLO, no pasará a la historia, sin que se irá a “La Chingada”.
Nuestro futuro está en nuestras manos, no en los caprichos de un iluminado.
