POR: REDACCIÓN
Torreón, Coahuila.–
En medio de la pandemia generada por la aparición del SARS COV 2, para cuyo tratamiento no existen medicamentos efectivos y todavía no se desarrolla una vacuna efectiva para su prevención, miles de personas buscan desesperadamente una forma para protegerse y proteger a sus familias, y en su intento caen en prácticas que pueden dañar seriamente su salud, e incluso costarles la vida.
Una de esas prácticas, que se ha venido popularizando en los últimos meses, es la ingesta de Dióxido de cloro, un compuesto químico que es altamente efectivo para desinfectar superficies o el tratamiento de aguas, pero que en el caso de los seres humanos su ingesta puede llegar a causar la muerte, como ya ha ocurrido, entre personas que buscan curar o prevenir el contagio de COVID-19.
La polémica alcanzó niveles inesperados durante la semana que recién concluye, cuando el alcalde de Francisco I. Madero, Jonathan Ávalos Rodríguez, quien para el colmo es médico de profesión, publicó un video en su cuenta de Facebook donde afirmó que esta sustancia “…está curando a mucha gente…”, en un acto de absoluta irresponsabilidad, y anunció que su gobierno pondría a disposición de la población de ese municipio mil dosis de dióxido de cloro porque “así lo dicta mi corazón”.
La respuesta no se hizo esperar, y fue el propio gobernador del estado, Miguel Ángel Riquelme, quien afirmó que no está demostrada la efectividad de dicho compuesto como un tratamiento adecuado contra alguna enfermedad, entre ellas el SARS COV 2, “… no está autorizada por ninguna de las organizaciones de la salud y mucho menos por COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios)”, afirmó el mandatario estatal ante los medios de comunicación.
El ejecutivo coahuilense añadió que dio instrucciones a la Secretaría de Salud para que giré un oficio al alcalde maderense en el cual se le notifique sobre las graves “… consecuencias de la aplicación de dióxido de cloro”, y añadió: “… si existiera algo comprobado clínicamente que ese medicamento hace bien al paciente, sin dudar la familia tiene la oportunidad de adquirirlo, pero no podemos meter al estado en supuestos ni en medicinas milagrosas”.
La adquisición y administración de dosis de esta peligrosa sustancia se ha venido popularizando de tal manera que la COFEPRIS emitió un comunicado al respecto, dejando en claro que dicha institución “… no ha autorizado ningún registro sanitario de medicamentos que contenga en su formulación la sustancia denominada Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus derivados, por lo que su uso representa un riesgo a la salud, al desconocer la calidad de los insumos, las condiciones de fabricación, almacenamiento y distribución. Actualmente no se cuenta con estudios que evalúen su seguridad y efectividad; y no hay protocolos de investigación registrados que avalen su uso clínico”.
El documento añade que “El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel y en el proceso de tratamiento de agua. Al entrar en contacto con el agua reacciona para formar iones clorito. Ambas sustancias químicas son altamente reactivas y al ser ingeridas pueden provocar irritación de la boca, el esófago y el estómago, se pueden presentar náuseas, vómito y diarrea, además de trastornos cardiovasculares y renales.
“La Organización Panamericana de la Salud (OPS), Autoridades Sanitarias de diversos países y esta COFEPRIS suman esfuerzos para prevenir el uso de productos a base de Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus derivados, así como la presentación denominada “Solución Mineral Milagrosa (SMM, MMS o CDS)”, mismos que se comercializan de manera irresponsable para la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades, entre ellas, cáncer y COVID-19, dichos productos se pueden encontrar a la venta ilegalmente en internet y en algunos establecimientos de atención médica y cuyo principal uso es como desinfectante industrial”. (www.gob.mx/cofepris).
Beber dióxido de cloro puede equipararse a que cualquier persona en su hogar tome una botella de cloro y la ingiera para tratar algún padecimiento, algo que nadie en su sano juicio haría; por ello, las autoridades siguen haciendo énfasis en que en estos momentos lo mejor es extremar las medidas de prevención (usar cubre bocas y lavarse las manos constantemente); no acudir a lugares donde con aglomeraciones y poco ventilados y, sobre todo, quedarse en casa y salir únicamente para las actividades necesarias como trabajar y comprar víveres.
