MATAMOROS, COAHUILA.-
Lo anticipamos en este espacio, la ignorancia y la soberbia siempre cobran y acarrean consecuencias.
Lily (ra)Piña, hermana de del alcalde de Matamoros, Horacio (ra)Piña, creyó, junto con su hermano, que ser candidata a diputada local, sería un día de campo.
Contaba –según ella-, con todos los trabajadores de la Presidencia y sus familiares para alcanzar el triunfo. Pensaba, que con los millones de pesos que sistemáticamente estuvieron sacando del erario del Municipio, comprarían comprar voluntades y se granjearían el apoyo de la gente dándoles pan y circo, como la gran pachanga amenizada por los Primeritos de Colombia (que, por cierto, tiene que comprobar de dónde sacó el dinero para pagarle, además, de que tendrá que enfrentar denuncias por poner en riesgo a la población, por no prever las medidas sanitarias frente al COVID19), pues no sabía la ingenua aspirante, que no es lo mismo llenar plazas con acarreados o espontáneos, que hacer que acudan a las urnas el día de la jornada y que, además, voten por ella. Pregúntenle a Cuauhtémoc Cárdenas de su campaña en 1988.
El exceso de soberbia les ganó y, para vergüenza de la familia Piña, quedaron como tontos, sin gente, sin dinero y sin prestigio.
Les advertimos que ir como candidata de Partido el Trabajo, era imposible ganar, porque, una cosa es que ese partido parásito se haya aliado a Morena para llevar a la Presidencia a Horacio, y otra cosa era ir solo en una contienda, donde nunca ha ganado si no es aliado a un partido grande.
Para Horacio (ra)Piña, el tiempo que le queda al frente del Municipio, se le va a complicar más la gobernabilidad, porque se quedó sin Juan y sin las gallinas. En vez de sumarse a Morena, prefirió irse al PT, que no vale un quinto.
(ra)Piña, además, tendrá soplándole en la nuca a un Raúl Onofre, que no es ningún ángel de la caridad, y, hará todo lo posible por fincarle un juicio político a (ra)Pina, por todas las trapacerías cometidas durante su gestión.
NOTA: al cierre de esta columna, nos enteramos de que Beto Piña y un familiar, fueron detenidos llevando más de un millón de pesos en efectivo y un arma, de uso exclusivo del ejército. Mal y de malas.
