POR: ABEL ALCALÁ H.
Seguramente alguna vez has sentido ese impulso de hacer o tomar algo atrayente de manera irresistible y que puede resultar inconveniente, que llaman tentación, es decir, has caído en la tentación.
También es muy posible padecer ignorancia, ya culpable ya sin culpa, que es falta general de instrucción o de conocimientos. Ahora veamos que es la tentación de la ignorancia, la cual define muy bien Platón: ignorancia es creer que se sabe lo que no se sabe, es tener la pasión de la ignorancia.
La tentación de ignorancia acompañada con otros vicios de la realidad como es el relativismo, los prejuicios y la opinionitis han expulsado a la VERDAD de todos los ámbitos de la vida de las personas y de la misma vida en comunidad.
Ejemplos de lo anterior lo padecemos día a día y durante todo el día; todos nos sentimos con el derecho de comentar sobre cualquiera tema y además con la seguridad que estamos ciertos ya sea de la pandemia; de la economía; de la gobernabilidad del país; sobre el aborto; la corrupción; la impunidad; de la familia, etc., ya no existen las personas sabías que son autoridad en la materia, ahora todos somos aptos para dictaminar, enjuiciar y decir la última palabra.
Lo bueno y lo malo no existen “per se” (por sí mismo) sino que se manifiestan según el estado de ánimo de las personas; sus pasiones; sus emociones; sus preferencias ideológicas, por lo tanto, nadie puede corregir o castigar faltas o errores pues la moral no existe para ellos. La educación y la verdad están sometidas a ideologías y consensos del populacho.
Así las cosas, los gobernantes se conducen con absurdos a sabiendas que siempre hay la salida relativista; cada quien tiene su verdad y sus propios datos: Primero se construye el aeropuerto, luego se hacen los planos, después se hace el estudio de factibilidad y por último se busca la aprobación por los mexicanos de la obra. De esta manera el país se va a la quiebra.
Si seguimos por este camino no es de extrañarnos que en las elecciones federales del 2021 primero se declaren los candidatos ganadores, luego se vaya a votar, después se instale la casilla y por último se lance la convocatoria para la elección. Ya que los absurdo, lo ilógico e irracional manda en las acciones de los gobernantes y sus funcionarios que hasta la justicia se imparte por consenso y votación.
En estos tiempos los consensos hacen la realidad, es decir, someten a una comunidad de personas de la más diversa instrucción y cultura un problema en forma de pregunta con dos posibles respuestas y se vota y la que obtenga más votos esa es la verdad, ejemplo: ¿A los rateros y corruptos se les debe denunciar? Si gana el sí, se les denuncia, si gana el no, se les deja seguir robando. Así de fácil se arreglan las cosas. Para estos individuos la verdad no se descubre, se inventa. Lo bueno y lo malo es cuestión de votación y de poder político y poder económico.
Por todo lo anterior, la educación desde preescolar hasta la universitaria y tecnológica es mediocre y prejuiciosa, pues a la escuela se va a pasar el tiempo, es como terapia ocupacional, lo que interesa es el papel para cobrar un sueldo, pues el conocimiento verdadero es un estorbo.
Estos promotores de la mediocridad, del culto al relativismo, generadores de posturas irracionales y adicción a la ignorancia saben que sus víctimas van directo a su destrucción pues nunca plenifican su naturaleza humana y engañados y autoengañados viven en la desgracia y perversión; su plan es maleducar para promover la tentación de la ignorancia y mantener a la población sometida de por vida.
La naturaleza humana se perfección con el conocimiento, sólo con el conocimiento verdadero, el conocimiento verdadero no inventa la realidad ni la esencias de las cosas, el hombre no hizo al universo ni al planeta tierra, sólo le toca descubrir su realidad y su esencia para poder convivir con él moral y técnicamente para su perfeccionamiento humano.
Bueno es que sepan que los pueblos crean las instituciones educativas para trasmitir su cultura, idiosincrasia, civilización, conocimientos para que toda la comunidad perfeccione sus facultades intelectuales y volitivas y vivan dignamente.
Cuando menos son siete (7) los modos o tipos de conocimiento que son accesibles a la persona y que con buen sistema de educación ellos son accesibles a todos los miembros de la comunidad y son: conocimiento vulgar; técnico-artístico; histórico; empiriológico científico; matemático; filosófico y teológico.
El conocimiento vulgar es vivencial y cotidiano, desordenado, de sentido común, práctico para resolver o no problemas inmediatos. El conocimiento técnico-artístico es ordenado, fortalecido por la experiencia generalizada, basado en reglas, basado en causas inmediatas, usa terminología y lenguaje propio.
El conocimiento histórico está basado en la memoria, testimonio y vestigios, busca los motivos probables de las acciones, es de orden temporal. El conocimiento empiriológico-científico basado en la experiencia y la observación, estudia el orden natural para descubrir las leyes físicas basado en las causas próximas.
El conocimiento matemático su objeto es la cantidad abstracta, su orden es cuantitativo y formula leyes matemáticas y se basa en causas racionales. El conocimiento filosófico su objeto es el ser, es decir, todas las cosas , busca los primeros principios del todo y las partes, plantea las causas últimas en orden al ser (ente) a la luz natural de la razón . El conocimiento teológico es por revelación y en orden a la salvación, la revelación se da en la razón natural y busca las causas últimas trascendentales.
De lo anterior se infiere que el conocimiento verdadero se obtiene a través de cada uno de esos conocimientos con la profundidad que cada uno de ellos alcanza.
Despreciar el conocimiento verdadero, expulsarlos del sistema educativo y de las actividades profesionales, empresariales y gubernamentales y de la vida familiar hace que las personas y la misma comunidad se conduzcan de manera instintiva, pasional, irracional, prejuiciosa, emotiva y por tanto violenta, agresiva, impulsiva que deja sin futuro a las personas y a expensas de las circunstancias.
Para los perversos y aprendices de tiranos promover la tentación de la ignorancia es su metas para imponer a la comunidad su ideología, someter a la persona a vicios y domesticarlo para su explotación. Pues la caída frecuente en la tentación de la ignorancia se vuelve adictiva y así la persona se degrada cooperando con sus esclavistas y verdugos.
La solución es volver a la filosofía, es decir, amar la verdad, colocar a la verdad en el pedestal que le corresponda, pues sólo la verdad os hará libre, exigir a los gobernantes que el sistema educativo nacional esté centrado en el conocimiento verdadero. Para vivir dignamente la tentación de la ignorancia debe desaparecer.
